La corporación de Moaña celebró ayer un pleno tranquilo, con bastantes acuerdos entre todos los grupos. El más destacado es el que guarda relación con el Camiño da Bouza, que comunica el centro con el barrio de Quintela y cuya salida a la céntrica calle Ramón Cabanillas lleva semanas cerrada por el hundimiento del firme y la acera. Después de que el Concello encargase un proyecto de reparación, todos los grupos políticos apoyaron encargar los trabajos a Aqualia, que incluirán la reparación y correcta separación de aguas pluviales y fecales, así como la reposición del firme.
Se encarga que acometan estos trabajos con cargo al millón de euros que le resta por gastar del plan de inversiones comprometido en el contrato de concesión del ciclo del agua en el año 2004.
El acuerdo de todos los grupos dará a la concesionaria cuatro meses para la ejecución de los trabajos. Dos meses serían de trámites y otros dos para las obras sobre los terrenos. En ese plazo el vial tendría que quedar definitivamente reparado.
Por otro lado, todos los grupos acordaron devolver a Urbaser el aval depositado por el contrato de limpieza viaria suscrito en el año 2006 y que ya había finalizado, firmándose uno nuevo. Este aval, que se encontraba depositado en una entidad financiera, superaba los 430.000 euros.
En el apartado económico, el concejal de Facenda, Aldán Santamarina, dio cuenta de los informes de Intervención sobre el seguimiento del Plan de Ajuste y del periodo medio de pago a proveedores. En el segundo caso, puso en valor que el Concello esté pagando sus facturas 12 días antes de que empiece a contar el periodo legal.
El informe del plan de ajuste, por su parte, sigue reflejando un incumplimiento, al no subir los precios del impuesto de vehículos y de distintas tasas. Santamarina, sin embargo, sí que destacó que la Intervención refleja medidas de ahorro como las licitaciones de servicios como la telefonía, el mantenimiento de calderas o el de ascensores.
