Nerea Prieto tiene 24 años y hoy bailará por primera vez la danza en Aldán. Es sobrina, precisamente, de una de aquellas cinco mujeres que en 1968 bailaron por primera vez,hace hoy 50 años, cuando se levantó el veto en la parroquia a que las damas danzaran en honor al santo. Su tía Delia Prieto formó parte de aquel grupo con Maricarmen Valladres, Josefa "Finucha" Martínez,Lolita Carballo y Maricamarmen Docampo, ésta última tristemente fallecida ya hace unos años. Las cuatro siguen siendo muy buenas amigas y suelen reencontrarse en la festividad de San Sebastián, que hoy se celebra, como cada 20 de enero, con la tradicional danza en honor al santo que comparte gran protagonismo con el patrón San Cibrán. Nerea es también sobrina de uno de los hombres que bailó la danza vestido de mujer cuando había aquel veto por parte de la Iglesia a las mujeres y ellos lucían el sombrero de flores, e iban con enagua y falda blanca, mantón, mandil y múltiples collares.

Ayer, en el colegio Sagrada Familia el grupo de 10 hombres, cinco mujeres y un guía, que conforman la danza, realizaron el último ensayo, previo al día grande, tras el cual estaba previsto que todo el grupo disfrutara también de la tradicional cena de los danzantes. Nerea Prieto es la cara nueva en la danza de este año. Estudió Biología y en estos momentos está cursando un máster en Biotecnología. Ya llevaba un tiempo anotada en la lista de la Asociación Cultural San Sebastián, que se encarga de su conservación, y por fin este año llegó su hora: "Me dijeron que había una baja y que podía bailar. Me quedé encantada". Empezaron los ensayos en enero, pero la danza para ella no es algo nuevo ya que su padre Óscar Prieto bailó durante quince años y ella, desde pequeña, acudía con él a los ensayos: "Me sabía más la parte de la danza de los hombres y, al principio, me costó un poco coger los ritmos de las mujeres", asegura esta joven que reconoce que cuando empieza a sonar la gaita de la danza "me emociono".

Como suele ser habitual cuando hay una incorporación, la Asociación, que preside el ex guía José Carlos Docampo, le traspasó el sombrero de flores de su antecesora, que esta entidad custodia y que lucen la mujeres en el baile. Nerea lo preparó con algún detalle propio, para que se note su paso por la danza, y le añadió alguna rosa de tela y una pluma. El resto de la vestimenta la tiene por familiares que bailaron la danza, ya que sus tres primas, además de su tía y su tío, también lo hicieron. De ellas recibió la enagua, el mandil, el mantón... Muchas mujeres realizaron las vestimentas de la danza como ofrecimiento al santo.

En su caso, baila por la tradición que hay en la parroquia y también familiar, llevada por la vocación de su padre que tuvo que dejar de bailar por motivos de trabajo.

Con Nerea Prieto, además de los 10 hombres y un guía, bailarán Alejandra Dacosta y Lara Martínez, con sus respectivos padres José Manuel Dacosta y Julio Martínez, además de Fátima García Bastón, una de las más antiguas; y Cintia Fernández Sotelo, la segunda que lleva más tiempo en el grupo.