Para el actual gobierno tripartito, la obligación de pagar 354.223 euros a Aqualia por intereses acumulados es "outro dos regalos que nos deixaron como herdanza os gobernos do PP", con José Enrique Sotelo a la cabeza, al que acusan de no negociar bien con la empresa concesionaria y de "obviar as súas responsabilidades" al frente de la institución municipal, argumenta Abalo. Tras una sentencia judicial, el Concello tuvo que abonar el principal, pero no ingresó los intereses, que han ido creciendo en la última década y "seguirían medrando se non chegaramos a un acordo coa empresa", que se fraguó en las últimas semanas.