El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció hoy, en un visita en autobús a las obras de los dos primeros tramos de conversión del Corredor do Morrazo en autovía, a lo largo de Moaña, que ya están finalizadas un 60% de las mismss y que el 80% de los tramos más complejos también están rematados, además de que se están cumpliendo un cronograma "ambicioso" y unos plazos para poder abrir estos primeros 7 kilómetros, de acuerdo a lo previsto, en la primavera de 2018 y acabar el tercer tramo hasta Cangas en 2019.

Por consiguiente dijo que en este próximo semestre van a coincidir la finalización de dos grandes infraestructuras, "retos de inxeniería civil", que "marcarán un despois para a mobilidade de O Morrazo e da comarca de Vigo", en alusión a la ampliación del Puente de Rande, que rematará en la próximas semanas; y a la nueva autovía do Morrazo, técnicamente denominada AG-46, en los próximos meses.

Feijóo aprovechó el momento de tensión por la inminente subida de los peajes en la AP-9 debido a las obras de ampliación, para destacar que además de construir la autovía do Morrazo, la Xunta la está pagando, con una inversión de 55 millones de euros de sus fondos propios, "polo que estamos a evitar peaxes nas autostradas e nas autovías galegas". Añadió que de esta manera no se dejan hipotecadas la cuentas públicas para el futuro "nin pedimos ós cidadáns que paguen a autovía a través da peaxe, como se lle pide que fagan coa ampliación de Rande e doutros tramos da AP-9". Recordó que los trabajos de la autovía se han hecho coordinados con el Ministerio de Fomento y se pactó con éste que los tráficos que procedan de esta autovía puedan elegir el carril, dentro de los tres del puente, en cada dirección, para cruzar el puente, porque el tráfico estaba previsto para un carril -el exterior de ampliación- y supondría, según el máximo responsable de la Xunta-, un problema de congestión.

Respecto a la consecución de las obras de la nueva autovía, que tendrá 11 kilómetros, asegura que está ejecutada la ampliación del viaducto da Moura, en Domaio; mientras que el viaducto de Mó está encarando su recta final y los esfuerzos se están centrando, en estos momentos, en el viaducto de la rotonda de Rande, que enlazará directamente la futura autovía a la autopista AP-9 y al puente; y en la ampliación del túnel de Montealegre, en Domaio, cuyo trazado se modificó respecto al proyecto inicial para preservar el castro de Montealegre en su integridad. Del resto de la traza señala que está en la velocidad correspondiente con la ejecución de los anteriores viaductos.

Feijóo estuvo acompañado por la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, con una amplia comitiva política, técnica y empresarial y los alcaldes de O Morrazo y una representación de ediles de gobierno y oposición de Moaña, Bueu y Vilaboa, pero nadie del gobierno tripartito de Cangas, tan sólo el portavoz del PP, José Enrique Sotelo; y el concejal del PSOE en la oposición, Alfredo Iglesias. La ausencia de Cangas no pasó desapercibida en el discurso de Feijóo. El regidor Xosé Manuel Pazos alegó su ausencia a una reunión del gobierno local para tratar los presupuestos municipales.

El presidente de la Xunta reconoció las molestias que estas obras están provocando a los conductores que deben de circular por la carretera antigua, pero recordó que el cierre al tráfico del corredor desde el pasado mes de octubre hasta finalizar los trabajos, fue una decisión conjunta con los alcaldes, dirección de obra y consellería para preservar el castro de Montealegre y ejecutar con mayor intensidad las obras de la autovía.

Insistió en que desde el punto de vista técnico,el cierre fue la mejor medida para los vecinos: "Vamos a aproveitar o tempo, vamos a salvar un castro e vamos a executar unha obra que quede para sempre. As molestias son durante meses pero a obra quedará para sempre e ben, cunha infraestructura de catro carriles nunhas montañas consecutivas hasta Cangas que non é doado facela".

Por eso señaló que había que tomar conciencia de la gran infraestructura para O Morrazo y toda el área de Vigo: "O conxunto dos traballos que estamos a executar o Ministero de Fomento e a Xunta va a desenvolver entre Vigo e Cangas a transformación máis complexa en materia de comunicacións nos últimos 35 anos. Desde a entrega da Ponte de Rande en 1981 ata de agora nunca se fixera una obra tan ambiciosa cunhas características económicas tan importantes".

Recordó que se está hablando de una inversión de 200 millones de euros, que se está realizando de forma coordinada, simultánea en el tiempo, que no era fácil porque son administraciones distintas y que dará respuesta a los problemas de tráfico, sobre todo en la época estival. También dijo que supondrá una mejora de la seguridad viaria, de la competitividad económica, un atractivo turístico y calidad de vida para todo O Morrazo, area de Vigo y provincia de Pontevedra.

Tuvo palabras de recuerdo también para las víctimas mortales que registró el corredor y dijo que precisamente debido a la ola de accidentes, ocurrida en 2010, la Xunta tomó la decisión de afrontar con recursos propios este desdoblamiento, en el que invierte 55 millones de euros, pese a que se vivía un momento de rescisión económica, cuando menos dinero había en las arcas autonómicas: "Pero non podíamos pospoñer máis tempo a construcción da autovía" de la que dijo que salió adelante buscando la mejor manera de hacer las cosas, con diálogo, con la preservación del patrimonio y con soluciones técnicas constructivas. Aludió al buen trabajo que están llevando a cabo las tres empresas constructuras que se encargan de al ampliación de los tres tramos: Copasa, Dragados y la UTECovsa-Taboada y Ramos cuyos máximos responsables participaron en la visita.