La limpieza de fincas y terrenos se ha convertido en una de las principales preocupaciones para los vecinos y las administraciones públicas debido al riesgo y peligro que supone la falta de mantenimiento en caso e incendio forestal. A lo largo del último año el Concello de Bueu ha tramitado alrededor de un centenar de expedientes para requerir a propietarios de parcelas que acometan las obligatorias tareas de cuidado y desbroce. Unos expedientes que en la inmensa mayoría de ocasiones se inician ante las quejas de vecinos o lindantes y que con la nueva Lei do Solo han ganado en agilidad. Las sanciones a las que se enfrentan los responsables no son ninguna broma porque pueden ir desde los 1.000 a los 10.000 euros. "Polo momento aínda non nos vimos obrigados a impoñer ningunha multa", reconoce el edil de Urbanismo, Martín Villanueva.

La aprobación de la nueva Lei do Solo de Galicia ha simplificado la tramitación, que antes se hacía bajo el marco regulador de una ordenanza municipal que incluía la apertura de un expediente sancionador y con unas posibles sanciones de muy baja cuantía. El cambio en la ley que entró en vigor a principios de año cambia de manera sustancial el proceso. Ahora desde el departamento de Urbanismo se remite directamente a los propietarios afectados un requerimiento u orden de ejecución en la que se les concede un plazo para limpiar y desbrozar los terrenos en cuestión. "É un proceso que ten que estar moi ben fundamentado e por iso require un informe da Policía Local, outro do arquitecto municipal e finalmente un informe xurídico", explica Martín Villanueva.

En el requerimiento que se le envía a los afectados se incluye una advertencia de que en caso de que no se dé cumplimiento a la orden se enfrentan a una multa coercitiva, que puede ir desde los 1.000 hasta los 10.000 euros. Si los dueños de las parcelas continúan haciendo caso omiso a los requerimientos al Concello aún le queda una última alternativa: "Podemos asumir nós os traballos de limpeza de maneira subsidiaria, o que significa que logo se lle repercute o seu custe aos propietarios", expone Villanueva.

El responsable de Urbanismo reconoce que hasta la fecha aún no se ha llegado hasta este extremo. El principal problema con el que se encuentra el Concello en estos casos es la identificación de los dueños de las fincas y comunicarles el requerimiento puesto que en ocasiones ni siquiera residen en el municipio. "Agora mesmo temos dous casos nos que temos que publicar sendos anuncios de notificación no Boletín Oficial do Estado (BOE)", expone el concejal buenense.

El departamento de Urbanismo ha detectado una creciente preocupación entre los vecinos por este asunto, sobre todo cuando hay edificios o viviendas cerca de esas parcelas. Ya no se trata solo de un tema de salubridad -la maleza facilita la presencia de alimañas-, sino de seguridad. "A xente está moi preocupada e concienciada debido aos incendios. Ter cerca de lugares habitados fincas sen limpar supón un serio risco en caso de lume", sentencia Martín Villanueva.