El cierre de los primeros seis kilómetros del Corredor do Morrazo por las obras de ampliación del túnel de Montealegre, que comenzó el pasado 9 de octubre y se prolongará hasta el mes de mayo, no solo afecta a los conductores que deben circular a diario por la PO-551 para acudir a Vigo a sus trabajos, centros de estudio o distintos servicios. Sino que afecta de forma especial a los vecinos de distintos barrios de Meira y Domaio que en horas puntas se tiene que armar de paciencia para poder acceder a la carretera general.

En algunos casos, como el de los vecinos de Isamil, en Meira, además de sufrir el tráfico intenso deben afrontar cada día una situación de mucho peligro. Y es que la subida hacia la PO-551 de los vecinos de unas 20 casas se hace en condiciones nulas de visibilidad. "Cando cruzamos hacia o centro de Moaña ou Cangas saímos sen poder ver, e co tráfico que hai dende o peche do Corredor o perigo é todavía maior", indican los afectados.

En este sentido piden actuaciones para mejorar la seguridad viaria en la zona. Solicitan desde hace años la instalación de un semáforo, pero dada la complejidad de la situación actual esperan que se les instale, como mínimo, un semáforo provisional de obra "ata que abra de novo o Corredor. Porque calquera día hai unha desgracia, e non queremos que se actúe despois de que pase algo", alegan.

Asimismo, y de modo más estructural, reclaman el pintado de un paso de peatones que permita cruzar por la PO-551 a la altura de este barrio. En estos momentos, por ejemplo, cuando los autobuses escolares dejan a los niños en las marquesinas, éstos no tienen un paso de cebra cerca para atravesar la carretera general.

Para 2018 la Xunta tiene previsto mejorar la seguridad en varios tramos de concentración de accidentes de la PO-551 en Moaña y en Cangas. En Tirán y entre Meira y Domaio son los tramos en los que se actuará tomando medidas de protección de los peatones y reducción de velocidad.

En Tirán el Concello ya mejoró la iluminación y la Xunta accedió a la petición de trasladar el peligroso paso de peatones del cruce de Lazareto, cuyo nuevo pintado es ya una realidad.