El gobierno tripartito de Cangas aprobó el lunes el proyecto de acondicionamiento de los terrenos colindantes con el Igrexario de O Hío con el fin de darle uso como aparcamiento de vehículos y ayer lo remitió a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, que debe emitir informe en un plazo aproximado de tres meses, según las estimaciones trasladadas por la Xunta al Concello. El ejecutivo cangués también se compromete a habilitar una partida económica próxima a los 50.000 euros en los presupuestos de 2018 y a ejecutar los trabajos en ese ejercicio, según asegura el concejal de Urbanismo e Facenda, Mariano Abalo (ACE), que alude al "compromiso acadado cos colectivos da parroquia do Hío" para realizar esa infraestructura y "confía" en que no haya trabas políticas para hacerla efectiva.
El proyecto, realizado por la oficina de Urbanismo municipal, contempla el acondicionamiento del terreno, de unos 1.850 metros cuadrados de superficie y ubicado en la parte baja de Igrexario, para aparcar vehículos que ahora se concentran a pie de carretera, en el entorno del emblemático cruceiro. La actuación "ven impulsada polo compromiso de adecuar os ámbitos das igrexas do concello, evitando o uso exclusivo e constante de aparcadoiros nas zonas monumentais e incrementando o espazo para deleite humano", justifican los promotores de la actuación. El presupuesto general asciende a 45.616 euros, según las estimaciones del arquitecto municipal, Alfonso Lage.
Los técnicos advierten de la fuerte pendiente de los terrenos desde la zona alta, junto a la rampa de bajada, por lo que se pretende "uniformar" ese espacio bajando la cota de entrada y explanando el terreno elevado hasta alcanzar un nivel que permita utilizar todo ese espacio. Para realizar esa actuación, dispuesta en "bancadas", será preciso construir un muro de mampostería similar al existente en el muro de bajada, que sustentará las tierras y la rampa de hormigón que transcurre por delante de la sala multiusos. También se dotará de una solera de hormigón en las zonas de acceso para paliar la "enorme pendiente" desde la carretera hasta el aparcamiento.
La actuación se completará con una plantación de robles y castaños, aunque serán los propios vecinos quienes la ejecuten en una jornada medioambiental en la que participarán adultos y niños. Abalo recalca que la orografía y singularidad del terreno obligó a realizar nuevas mediciones hasta resolver los problemas "técnicos, estéticos e de seguridade" y poder cumplir su cometido "con plenas garantías".
