El comprometido paseo litoral de Agrelo-Portomaior parece todavía una actuación a medio o largo plazo, pero al menos Costas del Estado ha iniciado ya los trabajos para asegurar y consolidar la duna de Portomaior. La intervención, presupuestadaen más de 20.000 euros, forma parte de un lote de obras anunciadas en distintos puntos de la provincia, como en la playa canguesa de Rodeira, y ha comenzado esta semana. El objetivo es replantar toda la superficie del sistema dunar, de aproximadamente unos 5.000 metros cuadrados, y colocar lo que se denominan como "captadores de arena". De esta manera se intenta frenar el desplazamiento de la duna y que acabe invadiendo la carretera.

Los técnicos definen como una "solución blanda" la alternativa escogida para Portomaior. Por un lado se plantará una especie conocida como barrón [carrizo], que ayudará a fijar la arena y evitar su constante basculamiento. La plantación se realizará en toda la duna, que según el estudio técnico se caracteriza precisamente por la ausencia de vegetación.

La plantación se combina con la colocación de captadores de arena. Estos elementos son como pequeñas empalizadas, cuya finalidad es reducir la velocidad del viento y su capacidad de carga. Es decir, ayudan a que la arena que desplaza el propio viento caiga sobre la duna. El proyecto recoge la instalación de dos filas de estas barreras, situadas a 8 y 16 metros del borde interior del complejo dunar y con una altura de aproximadamente un metro.

Fácil mantenimiento

Los técnicos aseguran que este sistema resulta de lo más efectivo una vez que la plantación alcanza la que se considera su edad adulta, a los tres años. "Se mantiene solo, no requiere más que el control de plantas invasoras y la protección contra el pisoteo", apuntan en la memoria del proyecto. Para evitar ese tránsito de personas -"estas plantas no soportan el pisoteo", dicen- se colocará una valla perimetral para impedir el acceso a la duna.