Fue una sola pero más suficiente para ganarse el sobrenombre del "campanu" de Bueu, en alusión al primer salmón que se pesca en los ríos de Asturias y Cantabria cuando se abre la temporada. La primera y simbólica parada en la subasta de la lonja de Bueu se realizó a un precio de 25 euros. Fue una centolla que se llevó Fernando Cruz y que marcó el techo de la primera subasta tras la veda.