En Aldán también se produjo un nuevo vertido, aunque no provocado por problemas de bombeo, sino por "un gran atasco na tubería" junto a la casa rectoral de San Cibrán. Según el Concello, personal municipal y de la empresa concesionaria se movilizó "desde primeirísima hora" para localizar el origen e intentar ponerle remedio, además de limpiar los residuos esparcidos. Aunque varios vecinos señalaron que la playa volvió a quedar cubierta de "heces y otros restos fecales", la concejala de Obras e Servizos matizó que lo que se podía contemplar a la vista eran "bolas de graxa" que se habían adherido a las paredes de la tubería formando una capa y que salieron desprendidas con las riadas causadas por la lluvia. Por la tarde, desde la empresa le aseguraron que enviarían personal para restablecer la normalidad en el menor tiempo posible.

El gobierno local reconoce que, "en parte é por falta de mantemento", pero también de vertidos que se localizan en la parte alta de Aldán y que hasta ahora no se han podido concretar, a pesar de emplearse algunas técnicas como la tinción del agua. Mercedes Giráldez llama a la "responsabilidade dos veciños" para conectarse a la red de saneamiento y evitar vertidos que dañen el medio.

Por otra parte, algunas fuentes comunicaron que también en la zona de Balea próxima a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) se registraron algunos vertidos residuales y, aunque el agua aparecía con cierta turbidez en la orilla de la playa de A Congorza, no se confirmó oficialmente que procediera del rebosadero.

Además de agentes de la Policía Local, a Vilariño y Aldán se desplazaron también personal del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y de Augas de Galicia para tomar muestras de agua y tramitar los expedientes a que haya lugar.