La Policía Local de Moaña dio ayer un golpe al furtivismo a pequeña escala que se repite de forma continua en las últimas fechas en el litoral moañés. Y es que, tras recibir una llamada que alertó de que varias personas estaban mariscando a plena luz del día en la playa situada frente al cementerio de Domaio, los agentes se desplazaron a la zona y consiguieron coger in fraganti a los infractores.

Se trataba de cinco vecinos de Poio, con antecedentes ya por otros casos de furtivismo. Estaban mariscando a las 18.30 horas del lunes, aprovechando la marea baja, y pese a que esta acción ilegal a plena luz del día implicaba claros riesgos.

Cuando los agentes municipales llegaron a la zona los furtivos trataron de huir, pero los policías los acorralaron en la propia arena. Al verse acorralados tiraron los sacos en los que habían acumulado el marisco. La Policía consiguió cogerlos y comprobó que en los tres sacos acumulaban unos 40 kilos de almeja y de berberecho. Los ejemplares fueron devueltos inmediatamente al medio natural y los furtivos procedieron a ser identificados y denunciados. Eran cuatro los que capturaban marisco, mientras que el quinto denunciado estaban vigilando desde el litoral.

Será la Consellería do Mar la que tramite la pertinente causa. Al delito de marisqueo sin licencia se le podría acumular el delito contra la salud pública si se confirma que el marisco estaba afectado por toxina y se quería vender en negro a algún restaurante, lo que podría acabar derivando en una intoxicación a los consumidores.

Desde la Policía Local explican que en las últimas semanas son habituales las denuncias por furtivismo, tanto frente a la costa de Domaio como en A Xunqueira. No es la primera vez, además, que identifican a vecinos de Poio organizados para capturar marisco de forma ilegal.

Buen precio

Una de las razones de este repunte del furtivismo está en que en estos momentos la almeja y, sobre todo, el berberecho, han subido de precio.

A esto hay que añadir que después de tres años de alta mortandad las mariscadoras de a pie de Moaña constatan un aumento del berberecho en los bancos de este lado de la ría , que apenas se produce ya en altas cantidades en otros puntos de las rías gallegas.

A mediados de octubre se supo que Moaña había ingresado casi medio millón de euros por la venta del berberecho en un año que se calificaba de muy bueno para el sector del marisqueo a pie.

Y es que el cierre por toxina de Noia había disparado el precio hasta los 14 euros por kilo. Por entonces ya se habían capturado 50.637 kilos de berberecho.