Los trabajos para la colocación de las cuatro vigas de 90 metros de longitud y de 110 toneladas de peso de lo que será el nuevo viaducto del Corredor do Morrazo en la rotonda de Domaio, comenzaron a partir de las diez de la noche. La empresa adjudicataria de las obras Copasa preparó la rotonda destinando carriles para el tráfico procedente de la autopista AP-9 y para el que, a la inversa, se incorporaba desde O Morrazo o circulaba en sentido a Vilaboa.

Era la recta final de la hora punta de regreso a O Morrazo y debido a ello y a que el corredor está cerrado al tráfico, desde el 9 de noviembre, a causa de las obras del desdoblamiento, hubo algunas retenciones, aliviadas por la presencia de una patrulla de la Guardia Civil, que permaneció hasta las 23:00 horas y por los 25 operarios de la empresa que trabajaron en el viaducto

Las dos grúas, de 250 toneladas cada una, entraban a partir de las 22:00 horas en el centro de la glorieta de Domaio y se preparaban los trabajos de anclaje. A las 24:00 horas estaba colocada la primera viga.

Pese a la presencia de tanto vehículo pesado, no se cortó el tráfico,sino que se desvió. Se reservaron los dos carriles del lado norte de la rotonda para la circulación de vehículos de entrada y salida de la autopista, -los que llegaban a O Morrazo lo hacían por el carril exterior hacia la PO-551 y los que salían, por el carril interior-. Mientras tanto, los vehículos en sentido a Vilaboa tenían que circular por el lado del carril exterior que da al mar, mientras que el interior estaba cerrado.

Los trabajos de construcción del viaducto se incluyen dentro del primer subtramo del desdoblamiento del corredor en la futura Autovía do Morrazo AG-46, que realiza la empresa Copasa y que se extiende entre Domaio y el enlace de San Lorenzo, con una longitud de 3,2 kilómetros. La nueva estructura, de 75metros de longitud, permitirá la conexión directa de esta futura autovía do Morrazo con la autopista AP-9 y el puente de Rande, con el fin de reducir las retenciones que hasta ahora se producían en esta rotonda. No hay que olvidar que el corredor tiene una intensidad media diaria de vehículos de unos 15.000, y llega a 23.000 en verano.

La intención de la empresa era trabajar hasta las seis de la madrugada y dejar las vigas colocadas para proceder en unos días a colocar la plataforma. Los plazos que baraja Copasa es que finales de año esté concluido el viaducto que, sin embargo, no entrará en servicio hasta mayo de 2018, cuando entre en funcionamiento los dos primeros tramos de la nueva autovía do Morrazo, de siete kilómetros, entre Domaio y Meira