La alarmante falta de precipitaciones en la comarca morracense mantiene en vilo a los vecinos abonados a traídas comunales. En Moaña, donde un alto número de residentes depende de este tipo de suministro, las restricciones son cada vez mayores y las comunidades imponen sanciones a quienes las incumplen. Es el caso de la de Calvar-Verdeal, que tiene un límite de 500 litros al día para cada una de las 370 familias usuarias, y el mismo tope se aplica en la Comunidade de Usuarios de Augas de Berducedo. En Palmás-Costa, por su parte, la restricción está en 1.000 litros, pero ya han impuesto sanciones a siete familias de las más de 500 conectadas por superar la cuota. Las multas ascienden a 400 euros en cada caso, imponiendo la sanción más leve.
Los depósitos de Domaio bajan mucho de nivel los fines de semana. De hecho, en Calvar-Costa tienen que cortar el agua en días sueltos durante la madrugada. Los cortes suelen ser de 11 de la noche a 5 de la madrugada, para que se recuperen los depósitos. Actualmente entran de los acuíferos unos 150.000 litros de agua al día, "prácticamente lo mismo que se consume", frente a los 250.000 litros que entraban a mediados de verano. El presidente, Germán López, explica que pese al bajo límite actual los usuarios están actuando con responsabilidad. "Estamos realizando inspecciones de contadores e informando a los vecinos", afirma.
Las sequías son cada vez más prolongadas en los últimos años y desde la traída comunal de Calvar-Costa han solicitado a Augas de Galicia el permiso para aprovechar con dos nuevos pozos sendos manantiales identificados en monte comunal de Domaio. Se trata de una medida a medio plazo que esperan hacer realidad.
En San Lourenzo el número de usuarios es más bajo y los problemas aún no son graves. En Palmás-Costa, por su parte, explican que el consumo de la mayor parte de usuarios no supera una media de 600 litros diarios, "si no no habría agua para todos". Darán una semana de margen y, si continúa sin llover, estudiarán reducir el límite a 500 litros por vivienda, "aunque sería duro, porque es muy poca agua para las familias con niños", indican sus responsables.
Estos problemas de Domaio se suman a los de las traídas de Meira. En Meira de Abaixo, con 964 usuarios, se han impuesto ya siete multas. Y es que el límite está en solo 400 litros por vivienda. Las sanciones varían entre los 200 y 300 euros. En la traída de Couso, los 100 abonados tienen un límite también de 500 litros al día y en la traída de Meira de Arriba las limitaciones comenzaron en verano, aunque en buena parte debido a que se vació para limpiar uno de los depósitos.
Las escenas de vecinos abasteciéndose de agua en fuentes públicas también se ha convertido en una escena habitual en Berducedo o A Paradela debido a los bajos niveles de los embalses y pozos particulares o familiares, que en algunos casos son la única fuente de suministro. "Se no chove xa e de forma prolongada, temos por diante un problema gordo", reconoce uno de los usuarios afectados.
