La Guardia Civil investiga a un joven de 28 de Cangas que fue localizado circulando a 139 kilómetros por hora con su motocicleta en un tramo en el que la velocidad está limitada a 50. El piloto se enfrenta a una pena de prisión de tres a seis meses o a una multa de seis a doce meses. Otra de las alternativas que permite la ley es la de realizar trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En todo caso, lo que es seguro es que perderá el permiso para conducir vehículos durante un periodo que oscilará entre uno y cuatro años.

La motocicleta fue detectada el lunes alrededor de las 16.20 horas por un vehículo radar de la Guardia Civil de Tráfico. El joven circulaba a menos de un kilómetro del centro urbano de Cangas y según las mediciones del radar llegaba a los 139 kilómetros por hora. En ese punto la velocidad máxima es de 50. Posteriormente fue identificado por el Grupo de Investigación y Análisis del Subsector de Tráfico y notificado como investigado por la comisión de un presunto delito contra la seguridad vial por conducir superando los límites de velocidad legalmente establecidos.

El Código Penal estipula que cuando se supera en 60 kilómetros hora la velocidad máxima en una vía urbana o en 80 kilómetros el tope en vía interurbana el responsable se enfrenta a un ilícito penal que puede llevar aparejada una pena de prisión de tres a seis meses o una multa de seis a doce meses.

Las diligencias las instruye el Juzgado número 1 de Cangas, que ha fijado un juicio rápido para el próximo lunes. Precisamente hace unos días la Guardia Civil también identificaba a un vecino de Bueu que fue grabado cuando circulaba por el Corredor de O Morrazo de manera temeraria y realizando adelantamientos haciendo caso omiso a la doble línea continua. En este caso fue crucial la colaboración de otros usuarios de la vía, que grabaron con sus móviles la maniobra y la subieron a las redes sociales.