El revuelo que la nueva concesión del transporte público por carretera ha causado entre los usuarios de Moaña, que llevó a la presentación de 475 quejas al Concello y el traslado de una queja formal ante la Xunta por parte del propio gobierno local, podría tener una solución en cuestión de días. Al menos, el Concello podría obtener la confirmación de que se recuperarán muchas de las rutas y paradas perdidas y que se reforzará este servicio en otras zonas.

La alcaldesa y el concejal de Mobilidade -Leticia Santos y Ezequiel Fernández- fueron recibidos ayer en Pontevedra por el jefe territorial de la Consellería de Infraestruturas, José Luis Díez Yáñez. Le trasladaron todas las reclamaciones por escrito de los vecinos.

La cita, que acabó convertida en una mesa de trabajo para solventar todos los perjuicios que el cambio de condiciones está generando a los usuarios, acabó con el compromiso del jefe territorial de trasladar todos los puntos de acuerdo a la Dirección Xeral de Mobilidade en Santiago.

En un plazo de no más de 10 días se espera una respuesta en la que se indique al Concello si finalmente se adoptan estas mejoras y cuando se empezarían a aplicar.

El primer punto sería la recuperación de las rutas de autobuses en la PO-313. Si bien no se volverá a tener un autobús que conecte Moaña con Marín por falta de usuarios, sí que se implantarán servicios desde los barrios conectados por esta carretera con el centro de la villa.

En lo que respecta a las líneas entre Cangas y Vigo, tanto a Bouzas como al hospital Álvaro Cunqueiro, se espera un incremento con respecto a las frecuencias actuales. Si Mobilidade da el visto bueno pasarían a ser 15 líneas de ida y otras tantas de vuelta entre semana. Los sábados se subiría a ocho rutas de ida y otras tantas de vuelta y los domingos pasarán de las actuales cuatro frecuencias a cinco en cada dirección.

La Xunta también estudiará en los próximos días la implantación de nuevas rutas de autobús al hospital Álvaro Cunqueiro. Junto a las que van en estos momentos atravesando Bouzas o el centro de Vigo, el Concello reclama otra líneas por el Meixoeiro.

Después de que en Vilaboa se recogiesen más de 2.000 firmas contra la nueva concesión del transporte colectivo por carretera, se espera que la Xunta refuerce también a tres viajes las jornadas laborables las líneas entre Moaña y Pontevedra que discurren precisamente por Vilaboa.

En lo que respecta a las rutas de transporte urbano, el compromiso del jefe territorial pasa por tratar de recuperar líneas y paradas perdidas, así como de implantar otras por barrios que no tenían en estos momentos servicio de transporte colectivo.

La primera de estas rutas será la que conecta Meira de Arriba con el casco urbano. Atravesaría, recuperando todas sus paradas habituales, los barrios de O Pombal, A Fraga, Broullón, Sabaceda, O Portal do Almacén y O Con para llegar al centro.

La segunda de las líneas conectaría la parte alta de Moaña con el litoral. Partiría de O Redondo, atravesaría Paradela y Berducedo, y descendería hasta el casco urbano.

La tercera línea conectaría el barrio de San Lourenzo (en la parte alta de la parroquia de Domaio) con el centro. La cuarta y última línea que se implantará o se recuperará enlazaría Cangas con Moaña a través de Coiro, Ameixoada y Abelendo, discurriendo por la carretera provincial.

Cuando se conoció el anteproyecto que había redactado la Xunta para el transporte colectivo por carretera, el Concello moañés redactó una serie de alegaciones. Criticaba la propuesta tildándola de "improvisada" y alertaba de que se perdían rutas y paradas y se contemplaban otras zonas por las que es imposible que pase un autobús. Más allá de las recomendaciones puntuales, las alegaciones comenzaban pidiendo la retirada de todo el anteproyecto.

Nunca hubo respuesta a dichas alegaciones. Desde la Consellería, sin embargo, aseguraron esta misma semana que no habían recibido tales alegaciones y que el ejecutivo local de Moaña no había respondido a una encuesta remitida a todos los Concellos sobre esta propuesta.

De todas formas, la Consellería pactó la reunión de ayer con el gobierno local para intentar solventar o minimizar los problemas generados con las nuevas condiciones del transporte colectivo por carretera y que quedó patente ante la avalancha de quejas de los usuarios.