El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, manifestaba ayer que era evidente que se exigía un control exhaustivo a las navieras que realizan viajes a Cíes. Afirma el regidor que no se entiende como no se controla el número de billetes que se venden. Xosé Manuel Pazos asegura que en la era de la informática se pueda dar una situación tan tercermundista como la que ocurrió el sábado y se volvió a repetir hoy.

No duda en señalar que las empresas navieras juegan a la picaresca y critica su irresponsabilidad, porque están matando a la gallina de los huevos de oro. Considera que la Consellería de Medio Ambiente debe controlar en origen el número de billetes vendidos, aunque después se realice una vigilancia en destino, pero insiste en que debe ser en origen. No entienden la excusa de algunas navieras que hacen mención a que es un problema de la central de ventas, que dicen que se colapsa, porque las navieras sí llevan un control de los billetes vendidos para viajar a las Islas Cíes.

Mantiene el regidor cangués que lo que pasó estos días en la ría de Vigo supuso un duro revés para el turismo, para la marca Rías Baixas y para las Cíes.

Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, asegura que "la peor campaña, la más dañina y la más catastrófica para las islas Cíes la hizo la Xunta. Era imposible hacer más daño, imposible, y en un día la Xunta destrozó años de trabajo". Visiblemente enfadado, Abel Caballero exigió al Ejecutivo gallego "responsabilidades políticas" y del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, una "explicación" por "no haber sido capaz de ejercer sus competencias".

En declaraciones a los medios de comunicación, el alcalde vigués reprobó la actuación de las navieras pero remarcó que es responsabilidad del Gobierno autonómico tanto el control de éstas, que dependen de su autorización, como del número de visitantes que acuden al archipiélago. "Muy mal las navieras pero catastrófica la Xunta", resumió Caballero, que incluso se preguntó en varias ocasiones si la falta de control sobre los billetes y la posterior gestión impidiendo el desembarco durante horas fue "adrede". "Porque de anticampañas de la Xunta en las Cíes ya sabemos bastante", aseveró el alcalde vigués, que exigió a Feijóo una respuesta al respecto. "También es casualidad", ironizó, para acto seguido recordar que "primero intentan reventar el Patrimonio de la Humanidad presentando una candidatura clandestina, inexistente, y ahora vienen y provocan en un día tan importante el mayor caos turístico que se recuerda nunca. Tienen que responder", reclamó.

"Caos" y "catástrofe" fueron algunos de los numerosos calificativos que empleó el regidor durante su comparecencia, en la que consideró que "lo sucedido fue intolerable" y también lamentó que no se hubiese informado al Concello de Vigo desde un primer momento ni se le hubiese consultado al respecto. "Conocimos todo esto después de que ya estaban haciendo los desembarques", admitió.

Además de censurar la falta de control en un ámbito de competencia autonómica, Caballero también hizo hincapié en que la gestión de la crisis por parte del Ejecutivo gallego fue la "peor" que se pudo haber hecho. "No actúan sobre las navieras como es su obligación y cuando llega el momento toman la peor decisión posible que fue dejar a miles de personas en el medio de la Ría, con los riesgos que eso supone porque no se puede dejar a gente enfadada, indignada y descontrolada en barcos en medio de la Ría", remarcó.

A ese riesgo para la gente se le suma, lamentó, el "daño" a la imagen de Vigo, de las Cíes y de todo el turismo de Galicia. "¿Quién rehace ese daño ahora? Porque toda España supo lo que estaba pasando aquí porque la Xunta fue incapaz de ejercer sus competencias", continuó el regidor, que añadió que la falta de previsión del Ejecutivo gallego "obligó" a intervenir a la Policía Nacional y a la Guardia Civil "para una función que no tenían que acometer en ese momento".

"Fue un día terriblemente malo para la ciudad, para la Ría de Vigo y para las islas Cíes, por la absoluta incapacidad de la Xunta y el señor Feijóo, de vacaciones", recalcó Caballero, que eludió rresponder sobre las posibles sanciones a las navieras.