Varios centenares de personas se congregaron, al mediodía de ayer, en el atrio de la iglesia de O Hío para honrar a San Roque y presenciar en primera fila una nueva representación de la ancestral danza, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV y que a diferencia de las otras dos de Cangas es ejecutada íntegramente por hombres, que forman tanto los 10 galanes como las cinco damas.

Tras una misa solemne acompañada de música de gaitas, que sonaba en cada parón del sermón, los bailarines formaron en el atrio para bailar ante la imagen de San Roque.

Como se ejecuta año tras año, una fila de cinco damas estaba flanqueada por dos filas de cinco galanes cada una. Las damas, integradas por los danzantes más jóvenes, lucían el tradicional traje de San Roque, con vestidos verdes, una pequeña capa roja y sombreros de peregrinos.

Los galanes, con pantalón blanco, chaqueta, zapatos y sombrero negro y corbata verde, se encargaron de llevar el peso del baile. Los primeros movimientos fueron en dirección al templo y al párroco, saludándolo con los sombreros. Después centraron la danza en honrar a la imagen de San Roque.

Al ritmo que marcaban el gaiteiro y el tambor los danzantes, prometidos por sus familias, ejecutaron los movimientos cortos de pies y brazos, salteados con pasos de baile gallego en los que los galanes hacían sonar sus castañuelas.

Llegó después uno de los momentos más vistosos, que son los bailes individuales en los que cada dama, acompañada de dos galanes, recorre toda la formación para ponerse en la parte trasera. Finalmente, todos los danzantes dieron media vuelta para enfilar la carretera, abriendo la tradicional procesión que recorrió todo el centro de O Hío.

En la comitiva, la imagen de San Roque ocupa una posición trasera, seguida de una banda de gaiteiros.

Alrededor de las 14.00 horas todos los participantes en la procesión llegaron de nuevo al atrio, en el que se ejecutó la contradanza.

Ya sin las capas de los galanes, los 15 danzantes ejecutaron los movimientos de una forma más rápida, para despedir al santo que regresó al interior del templo hasta el próximo año.

En una mañana marcada por un calor intenso, la mayor parte del público estaba formado por vecinos de O Hío, aunque no faltaron los turistas que incluso acudieron al punto de información municipal para informarse sobre el remoto origen de una de las tres danzas ancestrales de Cangas. Inmortalizaron el baile con sus teléfonos móviles.