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La propietaria de Massó, Abanca, encargó a una empresa especializada un estudio sobre el estado de conservación de la chimenea de 32,50 metros de altura que se alza sobre el complejo industrial conservero que, en su momento, fue el más importante de Europa, según manifestó ayer el concejal de Urbanismo del Concello de Cangas, Mariano Abalo. También los técnicos municipales realizarán su propio estudio y está previsto que tanto el que realice Abanca como el del Concello se estudien en una reunión que va a tener lugar el lunes, de donde saldrán, se espera, las medidas cautelares para evitar que de la simenea se sigan desprendiendo ladrillos y evitar también accidentes. No hay que olvidar que es un lugar muy concurrido,por el que transitan muchas personas que eligen la zona para pasear. En esa reunión también se decidirá si se acordona el espacio.

El concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, pone de manifiesto que esta situación de peligro, que supone el continuo desprendimiento de ladrillos de la chimenea de Massó, obliga a acelerar los proyectos en torno a Massó. Afirma que hay que actuar ya para conservar el patrimonio y considera que se llegó ya a una situación extrema que todas las partes implicadas tienen que sentarse y negociar una salida. Mariano Abalo siempre quiso que Massó fuese considerado Bien de Interés Cultural (BIC), incluso se presentaron iniciativas en el Parlamento de Galicia para hacer posible que este grado de protección fuese posible. Pero lo cierto es que fracasaron. Desde la Xunta de Galicia se hizo caso omiso a las reiteradas peticiones realizadas en este sentido. Ahora el complejo conservero se desmorona de forma más rápido. Va cumpliendo años y el grado de deterioro es mayor y la propuesta que realizó Abanca hace algo más de un par de años no es alentadora, ya que suponía el derribo de muchos edificios, ,entre ellos el del matadero y la ballenera. También es cierto que Abanca no hizo mucho caso de las conclusiones del informe que había solicitado sobre la situación de Massó y en una línea más moderada procedió solo a tapiar puertas y ventanas para evitar que se pudiera entrar en el interior de los edificios, también procedió a vallar la ballenera, donde se sigue colando gente.

Mientras, la Autoridad Portuaria de Vigo insiste en incumplir el compromiso para con el Concello de Cangas, por el que cedía al Concello la torre de Massó y el paseo hasta la ballenera. De repente, el Puerto de Vigo que dirige Enrique López Veiga considera que es un rico patrimonio de la entidad portuaria y no tiene intención de soltarlo, por lo menos a través de una cesión como la que se pretendía. De esta forma, el paseo que construyó en O Salgueirón la Autoridad Portuaria está también deteriorándose exponencialmente al rechazar el actual gobierno el convenio que obligaba a mantenerlo.

El municipio de Cangas cuenta con otras dos chimeneas parecidas a la de Massó: la de la fábrica de salazón de Rodeira, en las inmediaciones del denominado muelle roto y- la de otra fábrica de salazón en Amexide, en O Hío. Ambas están en terrenos de propiedad privada y como la de Massó carecen de cualquier tipo de protección patrimonial.

Los proyectos que se forjaron en torno a estas dos antiguas fábricas, de momento, no fructificaron. La de Rodeira está situada dentro de la línea de Costas en Suelo No Urbanizable y el único uso permitido es el actual. El Ameixide hay un proyecto muy avanzado para la construcción de un hotel-balneario de cuatro estrellas, que en estos momentos está estancado. La solicitud de la concesión de una amplia lámina de agua choca contra los intereses marineros. De ahí que su futuro sea incierto.

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La chimenea de la antigua fábrica de salazón ofrece buen aspecto. Está intacta y no se cayeron ladrillos. De su firmeza es testigo el resto de la fábrica, dañadas por lo temporales y que ofrece una imagen ruinosa. La de Ameixide ofrece un aspecto descuidado con dudas sobre su firmeza. Tampoco se sabe si era intención de los propietarios que quieren construir el hotel mantenerla o derribarla.

El arquitecto cangués Paco Mallo tiene un amplio y detallado estudio sobre la chimenea de Massó.. Es él quien señala que hay dudas sobre el arquitecto que construyó Massó.