Los trabajos de instalación de un área de servicio para autocaravanas en terrenos de Altamira colindantes con el actual aparcamiento, promovida por el Concello de Cangas y que empezaba a ejecutar la empresa Codega, se vieron frustrados por la oposición de los dueños de la parcela, que impidieron a los propietarios colocar una toma de agua potable y un sumidero para verter las aguas grises, el mismo sistema que ya existe en otros puntos como el entorno del pabellón de O Gatañal.

Los responsables municipales argumentan que los trabajos comenzaron "por error, pensando que ese terreo formaba parte da cesión da unidade de actuación número 5 ao Concello", pero alguno de los propietarios les advirtió de que dicha parcela forma parte de otra unidad, la 10, en el entorno del aparcamiento subterráneo de Reboredo, y no está incluida en el acuerdo firmado entre ambas partes. Desde el gobierno tripartito confirmaron esa realidad y ordenaron a los operarios de Codega paralizar las obras mientras se concreta una alternativa viable.

El concejal del PSdG-PSOE, Alfredo Iglesias, también había solicitado información al respecto, ya que nadie había concretado qué se iba a hacer y el cometido de las obras. La concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, adelanta la intención de habilitar el servicio para autocaravanas en una parcela que sí es municipal, situada al otro lado del vial. Se utilizará solo para repostar agua y vaciar las residuales, no para aparcar, pues ya hay estacionamiento para este tipo de vehículos en la parte trasera del cementerio, con capacidad para una docena de vehículos.