El nuevo plan de transporte por carretera ha entrado en vigor sin que la Consellería de Infraestruturas haya respondido a las alegaciones formuladas desde el Concello de Moaña. La administración local reprocha que la Xunta ignore sus planteamientos, lo que a su juicio ha derivado en una reducción de frecuencias y en la inclusión de "rutas imposibles" debido a las características del tráfico y de los viales de Moaña. El concejal delegado de Mobilidade, Ezequiel Fernández, avanza que el gobierno local va a presentar de inmediato una queja formal ante la Dirección Xeral de Mobilidade y exige recuperar todas las rutas y paradas que existían de manera previa al plan.

Los usuarios han comenzado a trasladar su descontento y quejas al Concello, que achaca a la Consellería de Infraestruturas una "gran improvisación" en la redacción del nuevo plan de transporte. Ya en las alegaciones se solicitaba la retirada del anteproyecto debido a "graves errores y deficiencias imposibles de subsanar". Ezequiel Fernández enumera algunos de los problemas más destacados, como la supresión de numerosas paradas en la ruta regular que une Cangas-Moaña y Vigo. En otros casos, como en la denominada línea Seara-O Casal se deja sin servicio a lugares como Paradela, Redondo o Berducedo-Piñeiro. Además, según el edil de Mobilidade, "pasa por un lugar imposible para un autobús, no entraría en el cruce que une la carretera Redondo-PO-313 en Sabaceda, donde además la fuerte pendiente provoca que esté prohibida la circulación para estos vehículos".

No es el único caso que se detalla desde el gobierno de Moaña. En la línea Moaña-O Con se incluye el paso por Méndez Núñez, algo imposible para un autocar debido a la falta de ancho y a la fuerte pendiente. Los mismo ocurre con la ruta Seara-Igrexa, que según el plan autonómico discurriría por una zona denominada Casanova, "lugar por donde no pasa un autobús". Según la Concellería de Mobilidade esta ruta no tiene lógica, al igual que la de Seara-Moaña Centro. "Ésta pasa por los institutos y luego por una zona deshabitada y agrícola por donde apenas cabe un autobús. A continuación sale a la carretera O Redondo-A Paradela, por donde apenas entra un bus y mucho menos puede hacer el giro a la derecha en dirección a Paradela", ejemplifica Ezequiel Fernández.

La otra queja que se formula es la falta de información. Desde Moaña admiten que no pudieron asistir a la primera reunión convocada por la Xunta para informar a los ayuntamientos. No obstante, según Fernández, existía un compromiso de que se celebrarían varias más, "cosa que al final no ocurrió".

La conclusión municipal es que el nuevo plan de transporte solo ha servido para empeorar la situación previa. "Solo sirvió para que quedase la misma empresa y para reducir las frecuencias, un caso similar a cuando se licitó el transporte de ría", subraya el gobierno moañés. Por eso subrayan que desde el Concello de Moaña se promoverá una queja formal ante la Dirección Xeral de Mobilidade "para transmitirle su incompetencia ante este desastre y la improvisación con la que se llevó a cabo el proceso", que al final se ha traducido en una reducción y supresión de rutas de transporte terrestre.