En la jornada de ayer declararon en calidad de investigados Antonio Jiménez Escudero y Faustino Jiménez Escudero, socios de cooperativas creadas supuestamente por Sinaí Giménez y familia para el control de los mercadillos. Según fuentes jurídicas, dijeron que era Sinaí quien mandaba y ordenaba en ese asunto y que pidieron la baja cuando supieron que había deudas con la Seguridad Social y concellos como el de Moaña.

Quien no compareció en Cangas fue el testigo protegido número 7, defendido por el letrado cangués Alfredo Iglesias, que volvió a invocar al "estatuto de la víctima" para evitar que sea reconocido y pueda sufrir represalias de los afectados por sus declaraciones. Ayer mismo, el juez instructor rechazó la solicitud de Olegario Giménez y Flora Giménez, patriarca y matriarca del clan de los Morones para que los testigos protegidos acudan a cara descubierta y se conozca su identidad. Iglesias reitera que la presencia de Irene y Juan Paulo en el Juzgado responde a esa estrategia de intimidación.