Los bomberos del consorcio comarcal de Pontevedra, formado por los parques de O Morrazo, Vilagarcía, Ribadumia y Baixo Miño, inician mañana una huelga de carácter indefinido. La medida de presión es una forma de exigir que se atiendan una serie de reivindicaciones de los trabajadores, que han denunciado a la empresa concesionaria ante Inspección de Trabajo y ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que incluso les ha dado la razón.

A pesar de lo contundente de la decisión del comité de empresa en la práctica ese paro no tendrá consecuencias sobre el servicio. Los servicios mínimos decretados por la empresa y luego corroborados por el consorcio serán de tres personas por turno de trabajo, que es precisamente el mismo número de efectivos que ya trabaja en cada turno durante todo el año. “Esto solo viene a darnos la razón a nuestra reivindicación de que cada guardia debería estar compuesta por cinco personas”, apuntan desde el comité de empresa.

Entre los motivos que justifican esta convocatoria de huelga destacan el incumplimiento de la sentencia del TSXG que anula la aplicación del IPC negativo en los sueldos de los bomberos; la exigencia unidad en las condiciones laborales de los trabajadores dedicados al sector de las emergencias; la no aplicación del coeficiente reductor de jubilación a los bomberos de los parques comarcales, lo que les impide jubilarse a los 60 años; la no cobertura de las bajas de larga duración; o el incumplimiento de algunas de las obligaciones contractuales de la concesionaria, tal como ya denunciaban hace unos días representantes del comité de empresa. Citan el caso de las horas de formación estipuladas, la ausencia de seguros a todo riesgo para los camiones o un sistema de geolocalización.