Todavía no se había puesto el sol cuando todos los drones tomaron tierra en Bueu después de dos días de entrenamientos y de una tarde de competición en un circuito habilitado en As Lagoas. Un total de 32 pilotos, de los mejores de España en esta disciplina de vuelo, se midieron en el Bueu Dron Festival Gaelic GP. Llegados de distintos rincones de España, los pilotos alabaron el alto nivel competitivo de la prueba y la dificultad técnica de un circuito que no les permitía alcanzar altas velocidades. Y es que en otras pruebas estos drones pueden llegar a alcanzar los 150 kilómetros por hora.

La competición concluyó con el vigués Aranis del club "Gallaecia Team" como campeón, imponiéndose en la final a El Verde, de Almería; al murciano Pepone; y a Neff, de Asturias.

La final fue reñida y el campeón completó las cuatro vueltas del circuito en 1 minuto con 35 segundos. El segundo tardó casi 25 segundos más. El campeón también se llevó el premio al mejor gallego de la prueba.

Los participantes, 16 de ellos llegados de fuera de Galicia, llevaron a cabo entrenamientos libres y cronometrados el viernes por la tarde y de nuevo el sábado por la mañana. En el área de boxes, poniendo a punto sus drones, explicaban la pasión creciente que existe en España por estas competiciones.

"Casi todos empezamos igual: viendo en Youtube un vídeo de 2014 sobre unos vuelos de drones en un bosque, que parecía un videojuego", explica el barcelonés Marc Salat, del club "Cameracopter". Recuerda como a través del colectivo Drones de Carreras (DDC) fue seleccionado para este y otros eventos. Con apenas un año y medio de experiencia, Salat, consiguió una destreza suficiente para estar entre los mejores pilotos de España. "Entreno los fines de semana. Unas 7 horas a la semana. Aunque en jornadas laborales es más complicado", apunta.

Preparándose para los entrenamientos cronometrados y dando los últimos retoques a su dron (confeccionado por piezas, como los de todos los presentes) se encontraba Xavi Armengol, también del equipo catalán. Su experiencia con este tipo de vuelos es mucho más dilatada. "Vuelo desde los 5 años. Nací con un radiocontrol en la mano, porque mi padre ya volaba con helicópteros y aviones teledirigidos. Hace un par de años me pasé a los drones". Explica que la sensación de volar con cámaras conectadas a unas gafas es muy distinta a lo que experimentaba en sus comienzos. "Sientes que vas dentro. No tiene nada que ver con volar en tercera persona. Volar así es más fácil, pero completar un circuito con obstáculos es muy complicado", desvela.

El éxito de público en la competición hace que los organizadores aspiren a repetir el evento cada año. Incluso plantean acercarlo a la playa y contar con el apoyo del sector industrial gallego.

Alfredo Conde - Piloto de O Porriño

"Empecé con coches teledirigidos y salté a los helicópteros hace 10 años"

Marc Salat - Piloto de Barcelona

"Comencé con un vídeo de Youtube y entreno unas 7 horas a la semana"

Xavi Armengol - Piloto de Barcelona

"Volar con gafas parece un videojuego, nada que ver con la 3ª persona"