La situación de la Protectora de Animais do Morrazo es límite. Los problemas de espacio son cada vez más alarmantes y en los meses de junio y julio ha tenido que acoger, en sus instalaciones de Broullón, a 40 perros a mayores de los que se extravían normalmente. Los abandonos repuntan en época estival debido a las vacaciones y esto duplica el trabajo y los gastos de una protectora que, sin embargo, tiene serios problemas incluso para cobrar las subvenciones comprometidas por parte de los ayuntamientos.
Solo Moaña cuenta con sus pagos al día para este servicio, mientras que los concellos de Bueu y Cangas tardan en pagar hasta 180 días. "Las ayudas son pocas y llegan tarde, mal y arrastro. Cobrar esas subvenciones se convierte en una odisea", explica la presidenta de la Protectora, Laura Soliño. Y es que cada perro que entra supone unos 200 euros de gastos de forma inmediata, entre esterilizar, poner el chip, vacunar y desparasitar a cada animal.
"Estamos en un momento crítico. Han entrado demasiados perros y hemos tenido que adecuar las instalaciones antiguas y deficitarias para que los animales no se maten entre ellos", relata Soliño. Recuerda que los voluntarios de la Protectora deben hacerse cargo de todos estos gastos sin recibir el dinero, por el retraso en los pagos de los concellos.
Aunque las subvenciones públicas no cubren ni el 50% del presupuesto necesario para el correcto funcionamiento de este servicio, los retrasos agravan más la situación. Por ello, la presidenta reclama de los gobiernos locales de Bueu y Cangas "más implicación en el problema, y no solo de palabra, sino con hechos y priorizando los pagos". Se muestra crítica con que "para fiestas y romerías siempre tengan dinero".
El incremento de abandonos durante las vacaciones estivales es un síntoma más de que la ciudadanía "sigue sin concienciarse de lo que es tener una mascota y antepone su bienestar y sus vacaciones al cuidado de la misma", lamentan desde la protectora.
Para tratar de incrementar la sensibilidad de los ciudadanos sobre este problema y para que adquieran conciencia de la responsabilidad que supone tener una mascota, voluntarios de la protectora comarcal han realizado charlas en colegios a lo largo de los últimos meses del pasado curso académico.
El perfil de los perros que los voluntarios se encuentran abandonados en verano es el de perros de tamaño medio y bien cuidados pero sin chip, lo que hace imposible localizar a sus dueños.
Capacidad
En junio, antes de que se incrementasen los abandonos, la situación de este servicio ya era prácticamente insostenible, con el cuidado de unos 140 perros cuando las instalaciones de Broullón no tienen capacidad para atender adecuadamente a más de 60 animales.
Los responsables de la gestión de la protectora definen como "malas" las instalaciones, lo que endurece el trabajo de los voluntarios. Lamentan que las administraciones locales nunca destinen partidas para mejorar este servicio esencial.
