Un grupo de vecinos de A Roza, en la parroquia de Beluso, impidió ayer que el personal enviado por la Diputación para dotar de pasos de peatones sobreelevados y badenes -conocidos como "lombos"- que limiten la velocidad de los vehículos cumpliera su cometido. Alegan que la carretera provincial EP-1302, especialmente el tramo que discurre frente a la iglesia parroquial, está en malas condiciones y que llevan años reclamando a los responsables políticos que se asfalte, se canalicen los servicios y se dote de acera para mejorar la seguridad. Como hasta ahora sus demandas no han tenido éxito, ayer se pusieron ante las máquinas y, tras reclamar la presencia del alcalde de Bueu, Félix Juncal, y del diputado provincial Xosé Leal, decidieron esperar a que se acometa una "actuación integral", que el regidor estima que se llevaría a cabo la próxima primavera, aunque matizando que los trámites requieren unos plazos administrativos y que no puede garantizarlos.

Los vecinos del entorno de la carretera a Udra, desde Rúa Nova hasta el área recreativa de Chan de Esqueiros, estaban convocados para las nueve de la noche en el atrio de la iglesia para hablar de las obras y de la señalización en ese tramo incluidas en el Plan Móvese (Mobilidade e Velocidade Segura), que busca "aumentar a seguridade vial en toda a rede de estradas da provincia". En las de titularidad provincial, como es el caso de A Roza, la Diputación hace especial hincapié en la protección de los colectivos más vulnerables, como peatones, ciclistas y personas con movilidad reducida, limitando la velocidad a 30 kilómetros/hora en las zonas más sensibles e implantando reductores físicos de velocidad en los tramos oportunos.

Los vecinos apoyan tomar medidas que "calmen o tráfico" y que, según sus promotores, han tenido éxito donde se ha implantado, pero no que se que se haga sobre un vial deteriorado y sin servicios. Tras parar las obras -la maquinaria se trasladó al vial de Castiñeiras- y adelantar la reunión a las 16.30 horas, con Juncal y Leal, pidieron mantener las señales que limitan la velocidad, pero aplazar los "lombos" a la espera de una actuación integral, instando a la Diputación y al Concello a agilizar los trámites.