Un marinero de Bueu se echó hoy al mar desde su embarcación y nadó una distancia de 300 metros hasta alcanzar tierra. Era las 21.00 horas cuandoJesús Barros, de 57 años, se arrojó con la ropa de aguas al mar y tuvo la calma suficiente para sacársela y flanquear mejor las olas que iban cayendo su cabeza a medida que avanzaba hasta que llegó a Cabo Udra, donde encontró a una pareja y preguntó si tenían teléfono móvil para poder alertar al 112 .

Pudo hacer esa llamada, pero todo el operativo que se montó después no impidió que su embarcación fuera definitivamente a pique. Relata que le costó mucho esfuerzo llegar a tierra, que no fue para nada fácil recorrer esa distancia con un mar alterado por el viento. Le faltan tres años para jubilarse y jamás había tenido un incidente en el mar, a pesar de haber comenzado a trabajar en él a los 10 años.

Varios golpes de mar continuados fueron los que provocaron que la planeadora, Alikates, se anegara. Jesús Barros Franco salió del puerto de Bueu ya con la mosca detrás de la oreja. No le gustaba ese viento del nordeste y así se lo transmitió a algunos marineros que estaban en el muelle. Pero ya había salido así otras veces. "Iba coas nasa a proa e con vento de nordeste. Viñeron varios golpes de mar a bordo e a embarcación anegouse, polo que decidín tirarme ao mar para salvar a vida. Fixeno co traxe de augas e todo. Costoume moito desfacerme del no mar, pero conseguino. Pero non foi fácil nadar para chegar a terra". Jesús Barros iniciaba la jornada camino del caladero donde pesca nécora, principalmente.