La rueda de prensa no dejó lugar a dudas sobre la postura de la Plataforma Beiramar con respecto a los astilleros tradicionales. "Los galpones estaban en un estado calamitoso de conservación. No representan ningún bien etnográfico ni cultural", explicaba la presidenta de este colectivo.

Sacaron a la luz también sus quejas al gobierno local, que se mantienen intactas desde que llegaran a boicotear plenos de la corporación y comisiones para hacer oír sus reivindicaciones. Es más, Antonio Chapela acusó a la alcaldesa de "sembrar el odio con el trapicheo que tiene con los propietarios de los astilleros". Aunque a las protestas que convocan acuden unas 80 personas, Chapela asegura que cuentan con el apoyo "de la mayoría del pueblo de Moaña" y alude a las "12.500 firmas recogidas exigiendo un paseo por el litoral".

El propio Chapela asegura que el ejecutivo local "no nos recibe para abordar este tema", aunque han mantenido varias reuniones en los primeros meses de 2016 con el concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, en el propio salón de plenos.

Los directivos vinculan la tensión por estos astilleros a una lucha política "pois os donos son do BNG", alegó Antonio Chapela. Y entienden que cuando cortaban el tráfico en el centro todas las mañanas tenían problemas con conductores "que eran enviados para montar follón".

Conocimientos

Sobre la identidad del ejecutor del incendio, el miembro de esta plataforma, Jesús Collazo, alegó que "no conocemos a nadie de nuestro entorno que tenga conocimientos para planificar un incendio de esa magnitud ni para controlar la extensión del mismo".