Como muy bien declaran los padres ante notario, la razón de la dote tenía como finalidad "ayudar los comienzos, siempre difíciles, con que iniciar el matrimonio". La dote se le entregaba al marido después de la boda para su administración y le garantizaba a la esposa cierta independencia económica pues en caso de separación (el matrimonio era tomado muy seriamente y la separación, ocurría rarísimas veces. Nada que ver con la frivolidad y ligereza con que se toma actualmente) debía devolverle su dote íntegra.
Soluciones
En épocas pasadas a la actualmente descrita, la moza que careciese de dote estaba condenada a la soltería. De ahí que muchas familias pudientes obsequiaban a mozas pobres con una pequeña dote para que pudieran desposarse, pongamos por caso, las criadas a su servicio o alguna hija natural reconocida.
Vemos, pues, que el amor en épocas pasadas tenía un papel secundario, lo relevante, lo prioritario era la seguridad económica con que sostener la familia. Teniendo en cuenta que la riqueza todavía se media por el número de propiedades, dividirlas entre los hijos se convertía en poco, apenas daría par avivir. De ahí que muchas jóvenes de familias como fama de acomodadas la dota ortorgada a varias hijas podía dejar en precario la econom´mia familiar, en esos casos, la dote pudiera ser escasa, de ahí que solía perder todo a travtivo, no eran candidatas al matriomnio, se quedaban en estado de casaderas. Los hombres solgteros solía solventar este problema con la emigración, bien a Cuba, Argentina o Montovideo, en la esperanza de conseguir un provechoso porvenir.
