Aunque finalmente los exámenes de la ABAU no se diferenciaron mucho en estructura a los de la antigua Selectividad, tanto alumnos como profesores de la comarca lamentaron el estado de incertidumbre en el que vivieron este último curso.

"Fue un descalabro. Los estudiantes se enteraron a mitad de curso de que algunas asignaturas de las que se habían matriculado no entraban en los exámenes. Esta es la generación que ha sufrido el cambio de Ley y hasta unos días antes de los exámenes no conocían de forma oficial las ponderaciones de cada asignatura", relata la profesora del María Soliño, Isabel Calles.

La asignatura que imparte, Filosofía, fue precisamente una de las más perjudicadas por el cambio de normativa. Hasta el pasado junio todos los alumnos podían elegir entre Filosofía e Historia. En las pruebas que finalizan este viernes, solo tienen Filosofía los estudiantes de las ramas de Ciencias Sociales y Humanidades. Su peso, además, es mínimo para la carrera de Periodismo.