"Mujeres valientes, hombres sin complejos, grandes artistas. Muchas gracias". Con esta frase cerró su intervención la presidenta de la Comisión Gestora Internacional de Entidades de Alfombristas de Arte Efímero, Vicenta Pallarés, ante un auditorio del Centro Social do Mar abarrotado. Y es que pocos quisieron perderse el merecido homenaje que recibieron Josefa Álvarez Chaves, Josefa Santaclara Rey, Carmen Portas, Carmen Filgueira López, Elena Filgueira López, Pilar Filgueira López, Pepe Rodríguez Galup, la familia Cabanillas y la Asociación Párkinson Bueu, amén de la ya fallecida Laureana Iglesias Otero. Ellos fueron los elegidos por la Asociación Cultural das Alfombras do Corpus de Bueu para ser distinguidos este año por una labor que ha permitido mantener la tradición viva. Y es que, como también apuntó Pallarés, "la suma de todos los alfombristas que nos precedieron es nuestro legado". Además de Pallarés estuvieron presentes el alcalde, Félix Juncal; el diputado provincial Xosé Leal; y los ediles Fidel Castro y Pilar Otero.

Los homenajeados recibieron una figura de una mujer alfombrista con cesto y flores en la mano como punto final a un acto que fue presentado por Carmen Santos, presidenta del colectivo organizador, y que contó con la actuación del pianista local Rodrigo Santaclara. A continuación se proyectaron imágenes del Corpus buenense, con los homenajeados como protagonistas. También hubo un doble recuerdo a los distinguidos el año pasado. Por una parte, se proyectó el vídeo grabado con sus impresiones y recuerdos, en uno de los momentos más emotivos y a la vez divertidos de la velada. Por otro, fueron invitados a acompañar en el estrado a los homenajeados de este año y también recibieron un detalle.

El acto sirvió de colofón a la tercera edición de las Jornadas de las Alfombras de Corpus de Bueu, valoradas de forma muy positiva por el alcalde buenense, Félix Juncal. El regidor agradeció el trabajo del colectivo presidido por Carmen Santos, recordando que "hace tres años estábamos en una situación extraña, en la que una parte del pueblo quería mantener la tradición, pero también era cierto que el número de alfombras se había reducido y había caído un poco". Y subrayó que crear la asociación sirvió de punto de inflexión para evitar el declive, subrayando que "gracias a ellos se ha salvado de ser una tradición que fuese cada vez a menos".