El apicultor navarro Ernesto Astiz estará mañana viernes y el sábado en Moaña y Bueu, en una visita organizada por la delegación de la Asociación de Apicultores de Galicia en O Morrazo (Daga) en colaboración con el Instituto A Paralaia y el Concello moañés, para que explique su prototipo de trampa de avispa velutina en colmenares, en donde la denominada avispa asesina o asiática atrapa a las abejas en vuelo y las mata.

El invento consiste en una estructura metálica con redes, que en hora y media llega a capturar 80 avispas invasoras y hasta 300 en un día, según recoge en una explicación en una página en Youtube, con miles de visitas. En octubre de 2016, apicultores de O Morrazo probaron su modelo en un colmenar en Bueu y la intención es potenciarlo para combatir el ataque de las velutinas a las abejas en las colmenas de la comarca.

El programa, tal y como señala el portavoz de Daga, José María Bello, comienza mañana con una visita al Instituto A Paralalia en donde realizará talleres para los alumnos del módulo de mecanizado-metal y montará una trampa prototipo con vallas de obra en el patio del centro educativo. La visita comienza a las 10:10 con un taller para alumnos de 1º de bachillerato tecnológico elaborando conos, botellas y selectores de su prototipo de trampa para el colmenar. El apicultor comerá en Donón y visitará Cabo Home y por la tarde, colocará un selector de avispas en un colmenar en Bueu, junto al polígono industrial de Castiñeiras. A las 20:30 horas está prevista una recepción en el Concello de Moaña.

El sábado está previsto que coloque otro selector de avispas en un colmenar en Bueu y por la tarde, en el Instituto A Paralaia realizará un taller de montaje del prototipo con valla de obras para los apicultores interesados.

La trampa diseñada por el apicultor navarro está ideada para la captura de la avispa velutina cuando ataca a las abejas en el colmenar y se las lleva al vuelo, tanto hacia arriba, que él califica como captura bien; como hacia el suelo, que clasifica como captura mala. Distingue cuando la velutina emprende el vuelo con la abeja capturada y sale hacia el frente y cuando lo hace volando arriba hacia la rama de un árbol. Estos dos casos suponen el 75” de las capturas, según señala en su vídeo explicativo. Los otros dos casos, cuando la velutina captura mal la abeja y sale volando a un metro del suelo o cuando tiene que llegar hasta el suelo para seguir matando a la abeja, suponen el 25% de los casos.

El invento consiste en una estructura de dos metros con una rampla inclinada de plástico en la parte delantera, un techo con una red y también red en los laterales y en la parte trasera, a un metro de altura. En la parte superior coloca una caja selectora de insectos con red. Lo que hace la rampla de plástico es funcionar como una pared contra la que choca la avispa velutina que sale volando con potencia con la abeja capturada. La avispa sube y entra en la caja selectora de donde las abejas, más pequeñas que la avispa, pueden salir por los orificios de la red. La velutina acaba finalmente cayendo en unas botellas plásticas de las que las abejas también pueden salir, pero ella no.