Desde el centro de Bueu la humareda blanca que se veía en la parte alta del municipio hacía pensar en que alguien se había saltado la prohibición de realizar quemas de restos agrícolas, una medida adoptada por la Consellería do Medio Rural hace tres semanas. Pero en realidad se trataba de un pequeño incendio forestal cuyo origen por ahora se desconoce y que se considera "fortuito". El fuego comenzó en una finca del lugar de A Barraca, justo al lado de la carretera entre Outeiro y el Igrexario de Cela (EP-1305). La alerta saltó poco después de las 12.30 horas y hasta el lugar se desplazó una cuadrilla de Medio Rural, incluyendo una motobomba. El 112 también movilizó a los Bombeiros do Morrazo, que acudieron con dos camiones para prestar apoyo y suministrar agua a los brigadistas de Medio Rural. A la zona acudió también una patrulla de la Guardia Civil procedente del puesto de Marín.

El incendio quedó rápidamente controlado y afectó a una superficie aproximada de 1.000 metros cuadrados de maleza y monte bajo. La zona afectada es un entorno de fincas situadas en el margen izquierdo de la calzada (en sentido Outeiro-Cela) y los vecinos del lugar desconocen quién es el propietario de la parcela donde se originó el fuego. Las primeras hipótesis apuntan que el foco inicial estaba hacia la mitad de la finca, lo que complica determinar cómo empezó. En el lugar de los hechos no se detectó rastro de que alguien bajase hasta allí para iniciar un fuego intencionado. En un primer momento se barajó la posibilidad de que una chispa procedente de la máquina desbrozadora que trabaja en la zona pudiese ser el origen, pero las fuentes consultadas consideran muy improbable que esa hipotética chispa llegase hasta tan lejos como indica el punto de inicio del incendio.

La cuadrilla de Medio Rural permaneció en la zona hasta pasadas las dos de la tarde asegurando el perímetro y refrescando la zona para evitar que se pudiese reavivar un fuego que de momento se considera como fortuito.