El cura de Domaio, Ángel Tabarés, se subió esta tarde al prebisterio de la iglesia de esta parroquia de Moaña para oficiar el funeral por el vecino que dejó sin enterrar el sábado pasado debido a un problema económico con una funerariafuneraria. Quiso dar la cara ante un error que él mismo reconoció y desde el altar pidió disculpas a todas las personas que, a las cinco de la tarde, acudieron al funeral y que abarrotaron el templo.

El sacerdote, natural de Vigo y que cumplió el pasado mes de diciembre un año como titular de la parroquia de Domaio, fue increpado por alguno de los presentes, pero la misa concluyó sin problemas. Muchos vecinos mostraban su sorpresa por la actitud que había demostrado el párroco el sábado pasado porque aseguran que están muy satisfechos con él. Una feligresa le exclamaba: "Que non te saquen a conducta que non tes!", mientras que otra vecina aseguraba: "Le queremos mucho, es buena persona".

Tras la misa y en el atrio , Ángel Tabarés fue abordado también por algunas personas que le reprocharon la reacción que había tenido cuando el sábado abandonó el tanatorio de Moaña sin que se oficiara la sepultura del vecinosepultura, tras una discusión con un empleado de la funeraria de Redondela que se encargaba de la conducción.

El párroco asegura que después del acto religioso de hoy, habló con el jefe de la funeraria, que se personó en Domaio "y él también pidió perdón. Luego lo hicimos los dos delante de la familia". Tabarés afirma que el jefe de la funeraria se mostró muy cordial y humilde: "Los dos nos diculpamos y nos dimos la mano. Tanto él como yo sentimos mucho el sufrimiento de la familia y les aseguramos que a partir de ahora no se va a repetir una situación así".