El grueso del carnaval de Moaña se desvió ayer a las parroquias de Domaio y Meira. En la primera, a partir de las 11.30 horas, se celebró un festival de comparsas organizado por la Agrupación Cultural Charaviscas.

La lluvia de la mañana obligó a desplazar al centro cultural el festival en Domaio. El espacio se llenó. Las comparsas "Animodo"; "D´elas"; "Nosa Terra"; "Tarde, mal e arrastro"; y "Follas Novas" fueron algunas de las que actuaron y mostraron a los vecinos de Domaio varias de sus ocurrentes letras cargadas de crítica social y política. No faltaron autoridades locales disfrazadas como la alcaldesa o los ediles Salvador Meira y Odilo Barreiro. Actuó también el grupo de baile tradicional de Charaviscas y su grupo de zumba.

A las 17.00 horas llegó el momento de la tradición. La Asociación Meiramar-Axóuxeres reunió a algo más de medio centenar de personas en una nueva edición de un carnaval histórico recuperado en la última década. Cuatro parejas de "Madamas e Galáns" partieron de Pombal, bailando acompañadas de ocho componentes de la escuela de baile del propio colectivo organizador.

Interpretaron las danzas históricas en cada cruce a lo largo de toda la bajada por la carretera provincial de Meira, hasta alcanzar el parque de Samertolaméu, en donde disfrutaron del baile al ritmo de las gaitas de Meiramar.

La fiesta se prolongó hasta casi las 20.00 horas. En el parque una barra vendía refrescos y chocolate caliente, y regalaba dulces típicos como orejas con cada consumición.

Además de las "Madamas e Galáns", la comitiva estuvo salpicada por disfraces también propios de este carnaval recuperado, como los Curruvellos o los Homes do Saco.

En la fiesta final se concedieron premios a los disfraces más originales. El primer premio, consistente en una cacheira, se lo llevaron los dos vecinos disfrazados de lavanderas con su propia réplica de la Fonte da Tella.

El segundo premio lo llevó un carnavalero disfrazado con redes y elementos marítimos como remos. Se llevó para casa un queso de tetilla. El tercer premio recayó en un disfraz de señora mayor, que fue agasajado con una ristra de chorizos.