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Los bateeiros de Bueu vuelven a trabajar y descargan más de 250 toneladas en dos días

Los mejilloneros recuperan la actividad después del cierre de finales de la semana pasada por culpa de la PSP - Aceleran la descarga de mejillón antes de que inicie el desove

Sacos de mejillón antes de ser cargados en un camión. // G.Núñez

El muelle de mejilloneros de Bueu recuperó esta semana la actividad. Una actividad que ayer era poco menos que frenética. El Instituto Tecnolóxico de Control do Medio Mariño (Intecmar) autorizó el lunes la reanudación del trabajo después de un cierre cautelar debido a la presencia de toxina PSP o paralizante y entre ayer y el martes los bateeiros de la localidad descargaron más de 250.000 kilos de molusco. "A ver si podemos trabajar tranquilos esta semana y parte de la próxima", decían ayer algunos, cruzando los dedos.

A estas alturas hay dos factores que preocupan especialmente a los mejilloneros. El primero y más obvio es la toxina. "Que llegase un episodio como el de la semana pasada de PSP no es problema porque es algo puntual: llega y se marcha. El verdadero problema es si llegan las toxinas lipofílicas, como la DSP o diarreica", explican los más veteranos. En este caso el cierre será mucho más prolongado y en algunas zonas no es descartable que llegue incluso hasta finales de año o principios del siguiente. Es lo que pasó en las dos últimas campañas con uno de los polígonos situados entre Agrelo y Lapamán, el Bueu A2, cerrado de marzo a enero. El episodio de lipofílicas no suele llegar hasta mediados o finales del mes de marzo. "En teoría queda un mes, pero las condiciones meteorológicas que tenemos ahora mismo se acercan más a la primavera que al invierno", advierten.

La otra preocupación es el desove del mejillón, que está a punto de comenzar. Los bateeiros apuran estos días para sacar todo el mejillón posible antes de que inicie ese proceso de desove, durante el cual pierde mucha carne. "Ahora mismo está perfecto: grande y muy lleno de carne", contaba ayer uno de los profesionales buenenses a pie de puerto. Algunos temen que ese desove comience justo cuando el molusco llegue a las piscinas de las depuradoras, donde debe permanecer un par de días. "A veces, debido al cambio de temperatura, se acelera el desove y si es así tiene que volver a la batea", cuentan. Por eso la mayoría cruza los dedos para poder trabajar lo que resta de semana y la próxima para colocar toda la producción que les queda en las cuerdas.

Entre ayer y el martes el volumen de descarga en Bueu era tal que los bateeiros tenían incluso que hacer "cola" para poder utilizar la carretilla elevadora para cargar su mejillón en los camiones, tal como bromeaban algunos. Se estima que en estos dos días se descargaron más de 250.000 kilos de molusco, que en su inmensa mayoría se destinará a la venta en fresco.

La apertura de esta semana afectó a toda la ría de Pontevedra, salvo a la parte de Aldán. El centenar de bateas que integran los dos polígonos que hay en esta zona -Cangas A y Cangas B- continúan de momentos cerrados por culpa de la PSP. Lo mismo ocurre con parte de la ría de Vigo. Las zonas de Barra (Cangas F), Liméns (Cangas G), Areamilla (Cangas H), Tirán (Cangas C) y Meira (Cangas D) están cerradas desde el viernes y entre todos estos polígonos suman alrededor de 350 viveros flotantes.

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