El concejal independiente de XM de Moaña, Javier Carro, ha llegado a un acuerdo con la piscina de Cangas para impartir los cursos a los que se había comprometido en Moaña para las personas con movilidad reducida o enfermedades raras. Critica la labor de la concesionaria de la piscina de Moaña, Aqualia, porque asegura que negó los compromisos adquiridos con él para llevar a cabo esta terapia. Dice que no es que se hubiera reunido ni una ni dos, sino tres veces con su representante en Moaña y que en esta última reunión se le dijo que para impartir esta terapia en el agua, el coste que tenía que asumir era el normal de una persona con tarifa reducida "o sea que ninguna ventaja, pero lo acepté y en eso quedamos, sólo faltaba confirmar los horarios disponibles por la tarde para empezar las terapias".

Añade que en la primera reunión asistió con dos personas más, una de ellas el monitor que impartiría la terapia; que en la segunda acudió con el monitor y en la tercera, él solo y fue cuando hizo público que la terapia empezaba a impartirse una vez que se anotaran las personas. La sorpresa de Carro fue cuando la concesionaria de la piscina negó el acuerdo, "pero afortunadamente el barco llegará a buen puerto gracias a que en la piscina de Cangas, a la cual agradezco, hay hueco para esta terapia".

Critica que la concesionaria de Moaña no contrastara con él cualquier duda que tuviera, ya que tras las dos primeras reuniones, estuvo esperando 15 días para que se les dijera que tenían que pagar lo mismo que otras personas, sin ventajas, salvo dejar una calle.