Los actos de protesta que emprendieron en las últimas semanas colectivos de Domaio y la plataforma "Salvemos o Castro de Montealegre" para tratar de forzar un cambio en las obras de la autovía y que no afecten a este yacimiento de Domaio, alcanzaron ayer su momento más simbólico. Y es que finalmente celebraron la primera visita guiada hasta las excavaciones arqueológicas que se acometen desde hace un año en las dos zonas afectadas por el desdoblamiento del túnel. Algo más de 200 personas subieron desde la iglesia parroquial de Domaio hasta el castro en varios grupos y acompañados de las explicaciones del arqueólogo Alexandre Paz Camaño.

A lo largo de toda la mañana los asistentes, llegados de toda la comarca y de Vigo, conocieron de primera mano los valores de un castro que el arqueólogo definió como "un referente en Moaña e incluso no Morrazo. Polo seu pasado ao ser un dos primeiros investigados en Galicia e porque é o castro que mellor coñecemos de Moaña, xa que o resto seguen enterrados ou están alterados por obras como vivendas". Desde la plataforma que organizó las rutas, Ana Pastoriza asegura que la mañana de caminatas fue útil "porque a xente quedou impresionada coa calzada de acceso ao castro, cos petroglifos e coas explicacións sobre as pezas descobertas como cerámicas ou fíbulas metálicas". En este sentido, argumenta que los asistentes comprendieron mejor "a importancia que ten conservar este xacemento e que temos que conseguir que a Administración se pare a buscar alternativas".

El arqueólogo que ofreció las explicaciones ayudó a "valorar in situ o que a xente estaba a mirar". Explicó que parte de la importancia del antiguo poblado castreño de Montealegre radica "no alto nivel de conservación de materiais coma ósos no cuncheiro. Isto nos permite coñecer aspectos como a dieta da xente que viviu neste castro".

Si bien las cinco estructuras sacadas a la luz, y que se utilizaban como viviendas, almacenes o talleres, llamaron la atención de los asistentes. Sin duda lo más admirado fue el enlosado descubierto, que constituían la entrada principal al poblado.

"É moi singular este acceso. Aínda que a Axencia Galega de Infraestruturas explique que apenas se verá afectado o 1% do castro, nós defendemos que estas zonas son moi singulares, porque só ten unha entrada principal", explicó a los presentes Alexandre Paz. Rechazó también la posibilidad de trasladar las estructuras de piedra "porque perderían todo o contexto".

Los organizadores llevaron pancartas y paneles con mensajes alusivos a la protección del castro, ante los que los asistentes se hicieron fotos para subirlas a las redes sociales "e difundir a nosa demanda". La excavación del castro comenzó en la primavera de 2016. Se prolongó y no tiene fecha límite. Está dirigida por el arqueólogo Miguel Vidal y permitió localizar y catalogar ya más de 20.000 piezas con valor histórico.