La fuente de A Casela goza de una segunda vida. O más bien de una tercera porque ésta es ya la segunda vez que Xosé Antón "Seso" Portela se encarga de su rehabilitación. Esta vez, sin embargo, se ha superado a sí mismo. Con la colaboración de otros vecinos, como Xulio Méndez y Xosé Ramón Brión, ha completado una verdadera obra de autor ya que el entorno del manantial remite a la imagen de los antiguos castros. La obra está prácticamente completada, a falta de pequeños detalles. "Quero facer unha inscripción co nome da fonte e o ano na entrada. Abaixo, ao lado do cano do auga, gravar dúas palabras: irmandade e solidariedade", cuenta Seso Portela.

La antigua fuente estaba a un lado de la carretera, en el margen derecho en dirección a Outeiro. El propio Seso Portela la había recuperado de motu proprio hace ya más de 30 años, cuando había caído en el abandono. Ahora que la situación se repitió debido a la transformación del lugar, la apertura de la carretera y el constante tráfico, se ofreció a recuperarla de nuevo de manera completamente altruista. Pidió permiso a la Asociación Veciñal A Morada de Meiro y al Concello de Bueu, al que solo le solicitó el material. "Eu xa sabía onde estaba o manantial, pero había que buscalo con moito coidado para non danalo", cuenta. Con la ayuda de un operario que trabajaba con una pequeña máquina excavaron en el terreno hasta llegar a algo más de un metro de profundidad y topar la mina de agua.

Una vez localizada comenzó el verdadero trabajo. La primera fase fue canalizar el agua hasta un punto cercano, una especie de sobrante de terreno situado a un lado de la carretera. "Está como a 16 metros do seu emprazamento orixinal e fixemos a canalización con 1% de pendente para que baixase o auga", explica Seso Portela junto a Xulio Méndez y Xosé Ramón Brión, los compañeros y amigos que le ayudaron a realizar todo el trabajo.

Un diseño diferente

Portela está ahora jubilado, pero siempre trabajó en el mundo de la construcción y cuenta con amplia experiencia en el trabajo con manantiales y en la recuperación de molinos de agua. Una vez elegido el lugar donde iba a construirse la fuente empezó a cavilar en el diseño. "Quería que fose algo distinto, orixinal. Así que pensei nun antigo castro para facer unha referencia as nosas orixes", contaba ayer junto a Méndez y Brión a pie de obra.

Las piedras proceden del entorno del antiguo cementerio de Bueu y obligaron a los vecinos a emplearse a fondo. "A miña idea era traballar con pedras máis pequenas e manexables. Estas eran bastante grandes e houbo que amañalas e cortalas. Foi todo un traballo de cantería", cuentan los tres "obreros" de la fuente de A Casela. El trabajo lo comenzaron antes de las fiestas navideñas y lo realizaron poco a poco, en su tiempo libre. Una de las tareas más complicadas fue la rampa de acceso, que le costó más de una noche sin dormir a Seso Portela. Al final encontró la solución que mejor encajaba en el entorno. "Non quería usar adoquín; ao final empregamos ata 79 pezas de pedra que completan o percorrido circular, dende a entrada ata o cano", cuenta. Este peculiar "castro" cuenta con una circuferencia que ronda entre los 12 y 14 metros. A Seso Portela no se le escapó ni un detalle, como colocar una piedra a modo de "asento" para que los usuarios puedan colocar las botellas o cubos de agua.

Arreglo del vial

El resultado final es del agrado de los vecinos del entorno y de su gran ideólogo. "Estou contento de como quedou e moi agradecido pola axuda de veciños como Xosé Ramón e Xulio", explicaba ayer Portela. Ayer a mediodía se acercaron hasta el lugar el alcalde, Félix Juncal, y el edil de Servizos, Fidel Castro, junto al aparejador. Ahora será el Concello de Bueu quien se encargue de acondicionar el entorno y de incluir en el Plan Concellos 2017 el asfaltado de esta carretera que une Meiro y Outeiro, que en varios tramos se encuentra en evidente mal estado.