Una cosa es que no se pueda extraer legalmente y otra cosa muy distinta es que no se haga a escondidas. Como ejemplo baste el operativo del pasado mes de noviembre, cuando la Guardia Civil interceptó a un vecino de O Grove que había extraído ilegalmente unas 200 vieiras de la ría de Vigo, un marisco que contenía elevados índices de toxina. "A pesar de la acción de los furtivos se nota que este año hay bastante recurso y que está muy bien, tanto de tamaño como de carne", contaban ayer en la lonja de Bueu algunos de los más veteranos del sector.

Los barcos decidieron trabajar juntos en la zona de Os Bois, cerca de Raxó. Hubo otros dos que probaron en A Cova, pero allí era más difícil faenar debido al estado que presentaban los fondos después del mal tiempo de los últimos días. "La vieira se nota que está muy bien y el hecho de haber trabajado hace un par de años sirvió para que se recuperase", aseguran los profesionales del mar. La acción del rastro de la vieira permite remover los fondos marinos como si fuese un arado, lo que a su vez ayuda a oxigenar y a limpiar esas superficies.

A diferencia de la anterior campaña Porto Cambados solo asume 1.000 kilos diarios -en 2014 eran 2.500-, lo que contribuye a reducir el cupo de capturas y a mantener el recurso. "Es una buena medida, en un par de horas se recoge rápidamente la cuota y se mantiene el molusco", apuntan desde la tripulación del "Zapateiro". En esta ocasión no han tenido problemas para capturar las unidades con las medidas que solicita el comprador, con un tamaño mínimo de 11,5 centímetros. "Hay bastante de 12 y de hasta 13 centímetros", aseguran.

Pese a todo los profesionales reconocen que la mejor época para la extracción de la vieira ya pasó. Suele ser entre los meses de diciembre y enero, cuando el molusco tiene más carne. "La vieira inicia el proceso de desove entre marzo y abril, por lo que se empieza a quedar sin carne", explican. Uno de los barcos trajo una pequeña muestra de otra de las zonas de trabajo para que los responsables de Porto Cambados las analizasen y valorasen si tenían posible salida comercial.

Los niveles de ASP permiten trabajar en toda la ría de Pontevedra, con lo que los barcos tienen suficientes bancos para poder afrontar el mes de febrero. De momento seguirán en la zona de Os Bois, donde por ahora tienen constancia de que el recurso presenta buena calidad y cantidad. La apertura de la vieira significa a su vez aliviar la presión pesquera sobre otras especies y cerrar la campaña de la ostra, que duró solo un mes. "Así dejamos la dejamos descansar hasta el próximo año, que le viene bien", dicen.