Desde el alto de San Roque un vecino de la localidad vio con sus prismáticos cómo sucedía todo. Bajó al puerto a velocidad para conocer si lo que había visto se había traducido en tragedia o no. Pronto comprobó que la pareja de marineros estaba en buen estado y de inmediato atendió la petición del patrón mayor, Javier Costa, para que declarara en el cuartel de la Guardia Civil de Cangas.

Después de achicar agua de la embarcación en la punta del muelle, Ángel Muñiz confirmaba los hechos e insistía en que la culpa la tuvo la embarcación del Práctico del Puerto de Vigo. Por la tarde tenía pensado pasar por el cuartel de la Guardia Civil para denunciarlo, contaba además con otros testigos que desde el puerto de Cangas vieron el hundimiento. Comenta Muñiz que tiene dos motores afectados y dos ordenadores dañados como consecuencia del hundimiento de su planeadora. Él lo pasó mal por su esposa, que había perdido la calma en estos reiterados golpes de mar, y a punto estuvo de ahogarse. El patrón de la embarcación es un marinero templado, con experiencia en la pesca del trasmallo. No se viene abajo fácilmente y aún tuvo tiempo de bromear después con el encargado del travel cuando subía la planeadora con él dentro "Agora que me salvei non me tires..." comentaba riendo. Los marineros llevaban muchos días en tierra. El temporal les había hecho parar y la necesidad de salir ayer era grande. A la hora del naufragio el viento aún soplaba con fuerza en la escollera del muelle. Esperaban volver a faenar hoy y ya pensaban en la borrasca del jueves.