En plena campaña para que el Arzobispado de Santiago de Compostela tome medidas en torno a la peligrosa situación de la casa rectoral de Cangas, situada en la calle Real, sale a la luz que los usos del inmueble son ocio y hostelería. Se indica que el año de construcción es el 1900 y que la superficie construida era de 322 metros cuadrados. Sin embargo, en la ficha del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Vello se indica que el uso es el socio-cultural y que pertenece a la Iglesia Católica, con el grado de protección ambiental. La ficha del PEPRI obliga a conservar las fachadas actuales a las calles Real y Félix Soage.
El Concello de Cangas lleva más de dos meses esperando por el informe de la arquitecta del PEPRI, que será determinante a la hora de actuar por parte del gobierno municipal.
Los temporales de esta semana hicieron temer por la fachada de la casa Rectoral. Está apuntalada con hierros del año 2010, como consecuencia de una orden de la que era entonces alcaldesa de Cangas, Clara Millán (BNG) y el inmueble fue declarado en ruina, ante la pasividad de la Iglesia, que persiste en su actitud. Siete años después la estructura de la fachada se queja y los hierros que la sostienen van perdiendo su vigor, muchos oxidados por el paso del tiempo., además las paredes de piedra muestran signos de evidente desgaste. También es cierto que el Concello de Cangas no volvió tampoco a examinar el inmueble, a pesar de que apuntalar la fachada era algo provisional, que debería desembocar en su arreglo.
La calle Real es una de las más concurridas y el peligro de que un día pueda desplomarse la fachada existe. Además la Iglesia está obligada a mantener la fachada, como bien patrimonial, dada la catalogación que tiene el inmueble en el PEPRI.
El gobierno local, precisamente los que quiere, es que la Iglesia reforme la fachada conforme señala el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Vello de Cangas y hay que añadir que el balcón está también protegido. Para el Concello de Cangas sería muy costoso anticipar a la Iglesia los gastos de reparación de la fachada. Considera, además, que pasó demasiado tiempo como para que el Arzobispado de Santiago de Compostela no pudiese actuar. La casa rectoral de Cangas era donde antiguamente se guardaban las imágenes de las procesiones de Semana Santa de Cangas. La ley del Suelo de Galicia es contraria a mantener este tipo de situaciones y, además, las penaliza con sanciones económicas.
Las quejas vecinales aumentaron en los últimos meses y más con los últimos temporales. Hay que decir que la vieja fachada resistió los envites del fuerte viento. El PSOE quiere actuar ya. De hecho presentó al pleno una moción para instar al Arzobispado al arreglo de la fachada. El impedimento a que se celebrara el tradicional concierto de Santa Cecilia en la ex colegiata, unido a la negativa del Arzobispado a retirar la placa franquista abunda en las diferencias Concello-Iglesia, máxime cuando el gobierno municipal muestra todo su apoyo a la Semana Santa.
