Se esperaba una jornada más dura. La alerta roja por lluvia y viento recordó a los ciudadanos a las no muy lejanas épocas de las cliclogénesis, que hacían lista de espera para entrar por el Noroeste. Los concellos de O Morrazo estaban preparados para hacer frente a las incidencias, además el buen tiempo de los primeros días del año había dado margen para que se limpiaran los ríos y evitar así inundaciones. El principal afectado del temporal fue el transporte de ría que se suspendió, aunque a diferente hora en Moaña y en Cangas, algo que sorprendió a los usuarios. En Moaña la naviera Nabia suspendió los viajes a las 12.45 horas y en Cangas, Mar de Ons lo hizo a las 15.30 horas, aunque se reanudó a las 18.30 desde Cangas y a las 19.00 horas desde Vigo.

La velocidad del viento alcanzó a la una de la madrugada los 80 kilómetros por hora y a las 13.00 horas de ayer el viento fue de 70 kilómetros por hora en el municipio de Cangas.

Nabia realizó con normalidad el servicio entre Moaña y Vigo desde las 07.00 hasta las 12.30 horas, pero a esa hora fue cuando acordó la suspensión debido al fuerte mar. La empresa intentó reanudarlo y realizó los servicios de las 16.00 desde Moaña a Vigo y el de regreso a las 16.30, pero optó nuevamente por suspenderlo para el resto de toda la jornada. la compañía no podía precisar ayer si hoy podría reanudarlo ante la predicción de que continúe la alerta.

El mal estado del mar provocó que también muchos usuarios del barco optaran por desplazarse a sus trabajos en coche, lo que provocó mucha circulación a primera hora de la mañana en la PO-551 en Moaña, tal y como confirma la Policía Local.

Con el aviso de alerta roja, toda la flota de bajura permaneció amarrada a puerto.

En cuanto a las incidencias en tierra, por lo que respecta a Cangas, la mayor parte se produjeron a lo largo de la mañana. El Grupo de Emergencias del Concello atendió desde las 10.30 horas hasta las 15.30 horas realizó servicios de limpieza de gasoil en la rotonda del Mejillón, comprobaron el estado de los postes de alumbrado en San Blas, que está de fiesta, para evitar el efecto vela de las luces festivas, porque corría peligro de caer en la calle. Los citados efectivos acudieron a un edificio en la rúa Atranco, se revisó un muro en Ximeu y atendieron la caída de un poste telefónico en la rúa Raposa, en A Rosada, Coiro. El Grupo de Emergencias tuvo que llamar a los servicios eléctricos por culpa de un cable de televisión que estaba colgado a un metro de la calzada en Vilariño.

El concejal de Ensino e Deportes de Cangas, Xoán Carlos Chillón, señala que el Concello recibió una circular de la Dirección Xeral de Emerxencias por la que quedan suspendidas todas las actividades escolares y deportivas al aire libre, a partir de las 15:00 horas. Asegura que las pistas de atletismo y los campos del keniata estarán cerrados por este motivo y añade que como profesor, ayer en su centro educativo ya se suspendió una salida escolar debido al mal tiempo.

Por lo que respecta a las incidencias en tierra en Moaña, la Policía Local confirma que a mediodía el fuerte viento hizo volar un tejado de uralita de una vivienda en la zona de Outeiro, en San Martiño, y arrastró un tendido eléctrico cayendo sobre una vivienda vecina, en el número 70. La propietaria de la casa se encontraba en ese momento en el exterior de la vivienda y vio cómo volaba el tejado, pero afortunadamente no sufrió ningún daño personal, sólo los materiales en su propiedad por el impacto de la cubierta. La incidencia fue trasladada a la central de emergencias del 112 y a Fenosa, que se desplazó hasta el lugar.

También cayeron a la acera unas losas de un edificio en el número 9 de la céntrica calle Ramón Cabanillas de Moaña. El tramo de acera se valló y los peatones tenían que circular por la calzada. La policía Local acudió cerca del mediodía a la retirada de un árbol que había caído sobre un tendido en la PO-551, en la zona de A Borna, enfrente de donde había caído otro el pasado fin de semana.

En Bueu las incidencias del temporal fueron escasas, si bien la fuerza del oleaje hizo que en la Banda do Río, en pleno casco urbano, pudiesen verse imágenes espectaculares con las olas sobrepasando el espigón y empapando las pistas deportivas. La escena, clásica ya en los días de temporal, despertó nuevamente la curiosidad de numerosos vecinos, que no perdieron la ocasión de acercarse al lugar y de inmortalizar la situación en bellas estampas. La violencia del mar chocando despedía el agua hasta a cinco metros de altura.

Además, un castaño de grandes dimensiones se cayó en un camino de servidumbre situado en las inmediaciones del pabellón de Beluso. El árbol, ya enfermo, no llegó a tocar el suelo, ya que quedó en equilibrio entre un muro y las ramas de otro árbol localizado en el lado contrario del camino. Varias ramas y algún árbol de pequeñas dimensiones también cayeron por la parroquia de Beluso y en todo el concello el viento desplazó contenedores de basura, obligando tanto a Policía Local como a los vecinos a asegurarlos para que no pusieran el peligro el tráfico rodado. Finalmente, en la calle Santán, en el centro del municipio, se produjo la caída de una señal de tráfico de limitación de acceso a los vehículos de más de 5,5 toneladas de peso.