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La Cofradía de Bueu alegará contra el dragado del Lérez por sus consecuencias en los bancos de navaja

Temen los efectos en Lourizán y A Brensa

Un navalleiro descarga en Bueu parte de las capturas del día. // Santos Álvarez

El anteproyecto para dragar los tres últimos kilómetros de la desembocadura del río Lérez está generando gran inquietud entre parte del sector del mar que trabaja en la ría de Pontevedra. Especialmente entre los navalleiros, que trabajan con un plan conjunto que engloba a las cofradías de Bueu, Lourizán, Marín, Pontevedra, Portonovo, Raxó y Sanxenxo. La lonja de Bueu centraliza las ventas de esta especie y allí se reunieron ayer los navalleiros adscritos a esta cofradía, que ya avanzan que habrá alegaciones. "Temos serios temores de que os traballos e verquido dos sedimentos afecten ao sector da navalla, ameixa, ostra e a vieira", advertía el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, para respaldar al sector. De una manera similar se pronunciaba el patrón mayor de Portonovo y presidente de la Federación de Cofradías de Pontevedra, José Antonio Gómez. "Estamos vendo de presentar alegacións individuais ou en conxunto con Bueu", avanzaba ayer.

La ejecución de esta esperada obra en Pontevedra pone de manifiesto los intereses contrapuestos entre los pósitos. El dragado es una anhelada demanda de las cofradías del fondo de la ría -Lourizán, Raxó y Pontevedra- y del puerto deportivo para retirar los lodos que se acumulan en los fondos desde hace décadas y para ganar en calado.

El colectivo de los navalleiros, que agrupa a más de una treintena de profesionales en toda la ría de Pontevedra, está alerta porque el dragado afectaría de lleno a los bancos de navaja más importantes de la ría: el de Lourizán, que comprende desde la desembocadura del río hasta el colegio de Placeres, y el de A Brensa, situado en el entorno de la isla de Tambo. "En el primero está previsto que draguen hasta siete metros de profundidad, con lo que se perdería gran parte del banco", explican algunos de los navalleiros más veteranos.

Argumentos contrapuestos

El documento técnico que se encuentra ahora en exposición pública estima que se retirarán alrededor de 330.000 metros cúbicos de sedimentos, una parte de los cuales se depositará en Campelo y al suroeste de Tambo. El estudio de impacto ambiental argumenta que a medio y largo plazo esto tendrá efectos positivos porque permitirá recuperar "bancos marisqueros que no son explotados en la actualidad por falta de rentabilidad económica ya que el enfangamiento que ha ido soportando el sustrato ha conllevado a la pérdida paulatina de las poblaciones marisqueras".

La opinión de los navalleiros es radicalmente diferente. "Esa zona nunca fue marisquera por sus fondos fangosos. Con todo lo que tienen previsto depositar allí y lo que queda en suspensión van afectar al banco de A Brensa. Nos venden que son sedimentos de zona A, pero vienen de la zona donde vertía Tafisa, celulosas...", aseguran. "Va a ser un estrago", advierten.

Entre finales de esta semana y principios de la próxima está prevista una reunión entre todos los navalleiros de la ría de Pontevedra para analizar la situación y determinar qué tipo de acciones se llevarán a cabo para intentar defender sus intereses.

La actuación la promueve el ente público Portos de Galicia, que prevé actuar en una superficie de 292.000 metros cuadrados de lámina de agua, que abarca todo el canal de navegación del río hasta el puerto deportivo de Pontevedra. El presupuesto se estima que supera los tres millones de euros y la intención de Portos de Galicia es concluir toda la tramitación ambiental y admnistrativa durante este año para poder iniciar los trabajos en 2018.

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