El Concello de Cangas, a través de la empresa Cerne Agricultura, taló hoy las tres últimas palmeras de los Xardíns de Soage, popularmente conocidos como alameda vella, que estaban afectadas por el ataque del picudo, y que eran un emblema en la imagen del frente marítimo de esta localidad, tanto por su altura, en torno a los 17 metros; como por su antigüedad, casi centenarias.

Las tres palmeras eran "canarias", una de las especies más atractivas para el picudo. En el estudio que la concejala de Medio Ambiente, Tania Castro, había encargado el año pasado para realizar un diagnóstico de la situación ante el avance de esta plaga, uno de los ejemplares de esta alameda ya estaba afectado. En un año, el insecto mató las cuatro grandes palmeras de estos jardines. En octubre pasado, la empresa ya procedió a talar la primera de ellas, junto al palco, y ahora ha procedido a talar las tres restantes, cuyo entorno ya estaba precintado desde hacía unos meses por el peligro al caer las ramas . Los jardines han quedado ya vacíos de palmeras.

Tala de palmeras en la alameda "vella"

Tala de palmeras en la alameda "vella"

La tala se realizó con un especialista trepador. Primero se subió a una cesta de un camión grúa para limpiar las ramas muertas y retirar lo desprendido y una vez, que el tronco estaba más seguro y sin riesgo de desprendimientos, fue trepando con arnés y talando por secciones con la ayuda también del brazo grúa que iba retirando los trozos del tronco.

Habrá que esperar ahora a ver el comportamiento del picudo, si ataca o no la treintena palmeras de la alameda nueva. Hay esperanzas de que al tratarse de otra especie, denominada datilera, el insecto no la ataque, si bien hay dudas entre los profesionales del sector que entienden que al verse sin alimento, el picudo podría acudir a ellas igualmente para alimentarse.

En la tala de hoy, los árboles podían tener un centenar de estos bichos en su interior, tanto en estado de larva como en animal adulto. ¡Pobres palmeras! aseguraba una vecina, ante la imagen desoladora de ver cómo estos árboles con los que el pueblo creció, eran historia. Habrá que esperar unos 70 años para volver a ver palmeras de esta altura.