Un día después de que medio millar de personas, entre ellas concejales de todos los partidos políticos de la corporación moañesa, participase en una movilización por Domaio para exigir que la obra de desdoblamiento del Corredor salve completamente el castro de Montealegre, desde la Xunta mantienen el trazado proyectado y explican las implicaciones de un cambio. La Consellería de Infraestruturas entiende que la petición de la Plataforma Salvemos o Castro, de que la autovía se interrumpa como tal antes del yacimiento y se vuelva a desdoblar a partir del actual túnel sería "contraria aos principios da seguridade viaria".

Este departamento autonómico señala además que mantener una parte como corredor "e antes e despois una autovía", además de implicaciones en materia de seguridad, significaría contravenir la mayor demanda de la comarca de O Morrazo en los últimos años, que pasa por desdoblar el Corredor.

Infraestruturas señala que también sería inviable desdoblar el túnel hacia la cara norte, entre otras cosas porque todo parece indicar que por ese margen también se encontrarían con restos de un castro que llegó a tener una extensión de tres hectáreas.

Desde la Xunta insisten, como ya apuntaron cuando arrancó la campaña digital de recogida de firmas, que el proyecto de construcción de los nuevos carriles afecta al castro de Montealegre "nunha superficie mínima".

En este sentido, desde el departamento que dirige Ethel Vázquez, explican que ya en la construcción inicial del Corredor se decidió ejecutar un túnel en este punto precisamente para minimizar la afección al castro. "Na ampliación actual optouse pola mesma configuración para materializar a solución de desdobramento de menor afección ambiental".

Alega, ante unas protestas que seguirán en las próximas semanas, que tomaron las máximas medidas para minimizar la afección. "Rectificouse a rasante do novo túnel, baixándoa a costa de incrementar a pendente de subida cara ao Viaducto da Moura e alongando a lonxitude do túnel en case 25 metros". Entre estas medidas apuntan también a que se verticalizaron los taludes de los accesos al túnel para reducir la afectación sobre la plataforma habitacional principal. "Isto obrigou a dispoñer dous treitos de falsos túneles de 22,5 e 17 metros de lonxitude". Asimismo, Infraestruturas señala que la excavación se realiza "poñendo todos os medios e en permanente contacto con Patrimonio", lo que permite documentar perfectamente el castro.

Las estructuras de piedra se desmontarán para ejecutar el emboquille del túnel, pero la configuración final de las mismas determinará las medidas a adoptar. Con la construcción inicial del Corredor no se conservaron las cabañas que aparecieron, pero en esta ocasión "se avaliará a posibilidade de reintegralas no propio ámbito", para poner el bien patrimonial a disposición de los ciudadanos. La Xunta prevé recuperar y poner en valor las estructuras documentadas en 1926 por Antón Losada Diéguez, y que no se ven afectadas por las obras. Promete también una serie de actuaciones dirigidas a la difusión y publicación de los resultados de toda la investigación.