El cine como herramienta de inclusión, de integración social y no solo como un espectáculo cultural y de ocio. Esa es la idea que ha abrazado el Festival Internacional de Curtametraxes de Bueu y que ayer tenía uno de sus máximos exponentes en el proceso de filmación de un corto a cargo de un grupo de personas con discapacidad intelectual pertenecientes a la Asociación Juan XXIII de Cangas. El proyecto, auspiciado desde el FIC Bueu y financiado por la Obra Social de La Caixa reunió en diferentes escenarios a ocho jóvenes alumnos de este obradoiro con actores del panorama autonómico, que se prestaron a colaborar de forma desinteresada en la iniciativa: Casilda Alfaro, Fran Paredes, Mónica Caamaño y César Aldea.

El título del corto en el que este heterogéneo grupo lleva trabajando más de un mes es Megalópolis, y está controlado por Manuel Pena, a la sazón director del FIC Bueu, además de por personal del Juan XXIII. Son, sin embargo, los jóvenes con discapacidad los que asumen el protagonismo en todas las áreas; dirección, guión, producción, vestuario, maquillaje, selección de actores, etcétera, e incluso como extras, tarea en la que hay otros 15 usuarios del colectivo. Ayer las imágenes fueron grabadas tanto en las instalaciones del Juan XXIII en Cangas como en el Museo Massó de Bueu.

El corto resultante podrá verse en la décima edición del FIC Bueu, que se celebrará del 9 al 17 de septiembre. El objetivo es contribuir al desarrollo integral de las personas con discapacidad, favoreciendo sus habilidades psicomotrices, creativas y comunicativas, al mismo tiempo que se promueve la integración social y laboral.

Esta es solamente una de las líneas de acción de carácter social del FIC Bueu. El festival organiza, además, proyecciones para los mayores usuarios de los centros de día de Bueu, Anduriña y Pescadoira. Asimismo, se hacen sesiones para los niños ingresados en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.