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Augas aprueba a la EDAR de Bueu, pero insta a activar el sistema de desinfección ultravioleta

Concello y Aqualia discrepan sobre quién debe asumir los 100.000 euros anuales que cuesta - El equipamiento se instaló en 2007 y nunca se ha llegado a poner en marcha

La depuradora de Bueu está ubicada en Cabalo, en la parroquia de Beluso. // Gonzalo Núñez

La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Bueu, situada en Cabalo, ha superado el reciente examen al que ha sido sometida por una auditoría de Augas de Galicia. La instalación recibe una puntuación que oscila entre 1,25 y 1,37, sobre un máximo de 2 puntos, y que equivale a una nota de "aceptable", según el informe oficial del departamento. No obstante, Augas de Galicia vuelve señalar el gran inconveniente de la depuradora de Bueu: un equipo de desinfección con rayos ultravioleta, o sistema terciario, que nunca se ha puesto en marcha. "Tanto a valoración da EDAR como a da súa explotación son aceptables, penalizando o ter apagado o equipo de desinfección cando verte a unha zona sensible, de producción de moluscos e preto dunha praia", dice el documento.

La puesta en marcha de este sistema es uno de los puntos de la discordia entre el Concello de Bueu y la concesionaria municipal, Aqualia, que llevan casi una década sin ponerse de acuerdo a este respecto. La discusión se centra en quién debe asumir el coste económico que implica la entrada en funcionamiento de esa dotación, un coste que se calcula en unos 100.000 euros al año. El consistorio considera que debe ser la empresa, en su calidad de concesionaria de todo el servicio de abastecimiento, saneamiento y depuración, quien afronte ese coste dentro de sus obligaciones. Aqualia, por su parte, alega que este punto no se encontraba dentro del contrato de concesión firmado en su día y se niega a hacerse cargo de esa responsabilidad.

Este sistema de desinfección con rayos ultravioleta fue instalado en el año 2007 por la entonces Consellería de Medio Ambiente, con un coste de 170.000 euros y considerando la obra como "urgente" y "prioritaria" ya que la depuradora de Cabalo vierte a una zona "sensible" de la ría de Pontevedra por la presencia y explotación de recursos marisqueros. Sin embargo, nunca se ha llegado a poner en funcionamiento durante estos casi diez años. "A EDAR de Bueu cumpre coa directiva da Unión Europea en todas as mostras analizadas, a valoración da calidade global é aceptable, pero o equipo de desinfección está apagado e recoméndase revisalo e poñelo a punto para o seu funcionamento", concluye la auditoría de Augas de Galicia.

Desde el gobierno local avanzan que se ha encargado un informe jurídico y otro de carácter contractual para intentar zanjar de una vez por todas la discusión sobre quién debe hacer frente al coste que supone este sistema. "A empresa argumenta que non lle corresponde a ela porque non estaba no contrato, mentras que o Concello entende que si debe facelo porque trátase dun cambio legal, que introduce un sistema máis novidoso", expone el alcalde buenense, Félix Juncal. "Non estamos a falar dunha obra que fose acometida como unha mellora da instalación sen que fose preceptiva", insiste.

El aprobado en esta auditoría de Augas de Galicia se sitúa a partir del 1 y la EDAR de Bueu supera con cierta holgura esa nota de corte. Aún así, el departamento autonómico precisa que hay otro aspecto que también resta puntuación a la depuradora: una única línea para tratar los lodos. "Na calidade global da planta tamén penalízase o ter unha liña de lodo que resulta insuficiente para tratar todo o lodo xerado nos meses de verán", se apunta en el informe remitido al Concello. En los meses del verano es cuando la población de Bueu aumenta de manera considerable debido al impacto del turismo.

Las diferencias sobre la gestión y explotación de la depuradora motivaron este mismo año la incoación de un expediente a la concesionaria municipal, debido precisamente a las conclusiones de otra auditoría de Augas de Galicia correspondiente al último trimestre de 2013. Para el gobierno local esas incidencias suponen una falta tipificada como muy grave y en el expediente se propone una sanción de 6.001 euros.

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