Hay un repunte en el tráfico de sustancias estupefacientes en la comarca de O Morrazo que también se constata en la provincia de Pontevedra. "Estamos trabajando con la intensidad de hace diez años en estos temas", comenta el abogado moañés Luis Pena, experto estos temas y que imparte charlas a la Policía Nacional y a Policías Locales. Asegura que este repunte en el tráfico de drogas es consecuencia de la crisis económica, de largo años de paro que provocan que muchos vean en el tráfico de drogas una manera "fácil" de ganar dinero.
Luis Pena afirma que el perfil de los nuevos capos de la droga que operan en la zona de O Morrazo y también en ciertas localidades de la provincia de Pontevedra es diferente a la de aquellos años. Ahora es gente joven la que entra de lleno en el negocio tratando de introducir la mercancía que llega desde Marruecos vía Andalucía a Galicia. Su perfil es de personas que en la mayoría de los casos no alcanzan los 30 años de edad que se meten en grandes operaciones para traer kilos y kilos de droga desde Marruecos. Según comenta Luis Pena, es frecuente que participen en dos o tres operaciones y después pongan un negocio de tapadera.
Pero los apresamientos están apretando a estos nuevos capos, algunos ya en la cárcel a espera de juicio, cuyos familiares están recibiendo amenazas a través de anónimos para que paguen la droga que compraron en el sur y que trajeron Galicia. Otros están en libertad, pero son seguidos por las fuerzas del orden, lo que dificulta la venta de la mercancía y por lo tanto la deuda con los proveedores se mantiene. Luis Pena está convencido de que es una vuelta atrás, a los viejos tiempos, con otros métodos, con menos violencia aparente, pero con una intensidad de tráfico igual a la de hace diez años o mas. Comenta el letrado que las nuevas tecnologías ayudaron mucho a los jóvenes capos a levantar el negocio. Al principio fue una herramienta muy útil porque no se dejaba huella, al contrario que el teléfono, de ahí la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. También aparece ahora la figura del policía infiltrado, que tiene que autorizarlo el juez, pero que se está intentando modificar la ley para que sean los fiscales los que puedan hacerlo y operar así bajo nombre falso.
Una de las grandes operaciones que la Guardia Civil desarticuló en julio y la que estaban involucrados vecinos de Cangas y de Moaña es la denominada operación "Cohiba". En ella se detuvo por tráfico de drogas a siete personas, cuatro de ellas residentes en O Morrazo. La droga que se incautó era algo más de 30.000 dosis de distintas drogas, así como 228.000 euros en efectivo. La Guardia Civil calculaba que la droga puesta en el mercado alcanzaría un valor de 360.000 euros.
Pero Pena insiste en que este aumento de tráfico de drogas a gran escala se nota sobre todo en los juzgados de Vigo, donde el trasiego juicios por esta causa adquiere cifras de las épocas doradas del narcotráfico.
Sin embargo, en los juzgados de Cangas, según abogados de oficio que atiende la plaza, los juicios por menudeo bajaron de forma significativa, para nada se parece la cantidad de juicios celebrados ahora por esta causa a hace diez años, donde no era extraño en cada dos o tres meses cayera a través del turno de oficio alguna causa de menudeo.
Los letrados son conscientes de que esto no significa que bajara el consumo de drogas en Cangas, aunque no es lo de hace diez o 12 años, cuando la movida de Cangas estaba en su pleno apogeo. Sí que detectan más casos de los denominados "muleros", esas personas que acuden con sus vehículos a Andalucía o a Marruecos y traen hachís, muy raramente transportan cocaína o heroína, droga esta última que se ha vuelto a poner de moda. Un dato que los letrados tienen muy en cuenta es que hace mucho tiempo que ya no van a registros domiciliarios.
