El reciente rechazo de los comuneros a la instalación de una antena de telefonía móvil en los montes de Varalonga que daría cobertura a los vecinos de Liméns y Nerga, pero no a los de Donón, supone un nuevo revés a las pretensiones de los afectados, que siguen buscando con los responsables municipales una ubicación idónea que satisfaga a todos. El ejecutivo local ya ha contactado con representantes políticos y técnicos de la Diputación y de la Xunta para que valoren la posibilidad de instalar y financiar con dinero público una antena específica para Donón y, de este modo, favorecer que los comuneros acepten la instalación de otra en Varalonga que completaría la cobertura a todas las zonas "en sombra".

Los implicados trabajan en varios frentes al mismo tiempo para intentar desatascar la situación. Otra alternativa sería la colocación de una antena en el lugar de As Fenteiras, en terrenos comunales de O Hío, que podría cubrir todas las zonas afectadas. Representantes de los comuneros y del Concello han visitado la zona con técnicos de la empresa operadora, France Telecom (Orange), que registraron las coordenadas de ubicación y se comprometieron a realizar un estudio de cobertura, del que darán cuenta a los afectados en tanto dispongan de datos, según explica el concejal de AspUn Tomás Hermelo, que lleva el peso de las gestiones por parte del Concello de Cangas.

Entre muchos afectados prima la opinión de que la empresa da largas a este asunto porque las opciones que se contemplan para dar cobertura a todos los lugares con deficiencias no le resultan rentables, porque el número de clientes beneficiarios en Donón es limitado. De ahí que se baraje recurrir a la inversión pública para cubrir ese déficit mientras la compañía privada se ocupa de Nerga y Liméns, donde hay más abonados.

Las asociaciones de vecinos de Nerga, Viñó y Donón ya mantuvieron varias reuniones con el gobierno tripartito para hablar de la antena que reclaman alrededor de 2.000 residentes en estos lugares. Los colectivos están cansados de excusas y problemas, que comenzaron con la negativa de Patrimonio a autorizar la antena en zonas de protección o afección, como es el caso de Monte do Castro, en Nerga.