La declaración en ruina de un inmueble supone que a partir de ese momento la propiedad deja de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Esto es lo que ocurre con la Iglesia y la casa rectoral de Cangas. Lo preocupante es que a lo largo de estos seis años no existiera un nuevo informe sobre la situación de la fachada. Las personas que circulan por la calle Real se apartan del inmueble cuando llegan a él.

Procesiones

Existe el riesgo, además, de que la muchedumbre, cuando salen las procesiones de Semana Santa y el Cristo muevan los puntales que dan a la vía pública y que sujetan el balcón de la rectoral.

El alcalde de Cangas esperará el informe de la arquitecta del PERI, Isabel Medraño, antes de manifestar la opinión del gobierno respecto a esta situación, que se antoja dura ya demasiado años.